Exgobernador de Guerrero se deslinda de caso Ayotzinapa
El exgobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero (2011-2014) aseguró no haber colaborado en la creación de la “verdad histórica” de la Procuraduría General de la República (PGR) en torno a la desaparición de los 43 estudiantes de la normal rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa.
Mediante redes sociales reiteró que él y sus ex colaboradores están dispuestos a declarar las veces que sean necesarias ante las autoridades judiciales mexicanas.
En lo personal, y varios de mis colaboradores, hemos sido citados a declarar y reiteramos nuestra disposición de acudir las veces que sean necesarias para explicar las actuaciones que se realizaron durante y después de la agresión y desaparición de los estudiantes.
— Ángel Aguirre Rivero (@AngelAguirreGro) August 21, 2022
Luego del arresto del extitular de la PGR Jesús Murillo Karam, por su probable participación en el caso de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, Aguirre Rivero afirma que nunca se reunió con Murillo para construir la versión del asesinato y calcinamiento de los jóvenes en el basurero de Cocula, versión que, dijo, fue “desechada porque fue creada”.
Reitero que nunca sostuve reunión alguna para planear la “verdad histórica”, nunca celebré ninguna reunión con Murillo en Iguala y en ninguna otra parte. Resulta absurdo lo que hoy se publica a ese respecto.
— Ángel Aguirre Rivero (@AngelAguirreGro) August 21, 2022
Durante la primera audiencia ante el Poder Judicial mexicano del ex titular de la PGR salieron nombres relacionados al caso en su contra, como el de Aguirre y el ahora titular de la Fiscalía General de la Ciudad de México, Omar García, quien era el encargado de la extinta Policía Federal en Guerrero.
Aguirre aseguró tener la conciencia tranquila y dijo que tras las investigaciones en 2014, cortó su relación con el gobierno guerrerense para colaborar, por lo que se separó del cargo por decisión propia, y la presión mediática en torno a las fallas en la atención de la inseguridad en el tiempo que administró el sureño estado mexicano.
“No es momento de especular sobre el curso de las investigaciones que realiza la Fiscalía General de la República, mucho menos de fabricar culpables a través de publicaciones periodísticas”, concluyó.
Un poco de historia
El 26 de septiembre de 2014, los estudiantes de la escuela para maestros rurales de Ayotzinapa desaparecieron cuando se dirigían a Ciudad de México para participar en una manifestación por el 2 de octubre, cuando hubo matanza de estudiantes en la plaza de las tres culturas, en Tlatelolco, en la capital de México.
Según la polémica primera versión que presentó el Gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018), la llamada “verdad histórica”, policías corruptos detuvieron a los estudiantes y los entregaron al cártel Guerreros Unidos, que los asesinó e incineró en el basurero de Cocula y tiró los restos en el río San Juan.
Sin embargo, el último reporte de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia concluyó de forma preliminar, el pasado jueves, que la desaparición de los 43 estudiantes mexicanos de Ayotzinapa fue un “crimen de Estado” en el que estuvieron involucrados autoridades de todos los niveles, incluidos grupos criminales, y no hay indicios de que estén vivos.