Detienen a periodista rusa que protestó en TV en vivo
La periodista rusa Marina Ovsiannikova, conocida por haber interrumpido en directo una emisión de televisión con una pancarta criticando la ofensiva rusa en Ucrania, fue detenida el domingo, informaron allegados y su abogado.
“Marina fue detenida. No hay ninguna información sobre el lugar donde se encuentra”, dice un mensaje publicado por su entorno en la cuenta Telegram de la periodista.
El mensaje viene acompañado de tres fotografías en las que se puede ver a Ovsiannikova, de 44 años, mientras dos policías la llevan hacia una furgoneta blanca, después de haberla detenido cuando se desplazaba en bicicleta.
Su abogado, Dmitri Zajvatov, confirmó la detención a la agencia de prensa Ria-Novosti, y explicó que no sabe dónde fue llevada su cliente.
A woman burst onto Russia’s main live evening newscast today with a sign that says:
“Stop the war
Don’t believe propaganda
They’re lying to you”And chanting: “Stop the war! No to war!”pic.twitter.com/pKVKZFVEM3
— max seddon (@maxseddon) March 14, 2022
“Sospecho que esto está relacionado de una manera o de otra a su acto de protesta”, añadió.
No hubo ninguna declaración oficial, pero la detención se produce días después de que Ovsiannikova se manifestara sola delante del Kremlin con una pancarta evocando la muerte de niños ucranianos durante la intervención militar en Ucrania y calificando de “asesino” al presidente Vladimir Putin.
Esta manifestación puede ser castigada por una ley contra la publicación de “información falsa” e “injurias” al ejército, cargos que pueden llevar penas de cárcel.
Ovsiannikova se volvió famosa cuando, a mediados de marzo, interrumpió el telediario de la noche de la cadena de televisión próxima al Kremlin en la que trabajaba con una pancarta en la que criticaba la ofensiva en Ucrania y la “propaganda” de los medios controlados por el poder.
Detenida justo después, fue liberada tras pagar una multa.
A pesar de que las imágenes dieron la vuelta al mundo, Ovsiannikova no recibió el saludo unánime de toda la oposición rusa por su gesto, ya que muchos le reprochan los años trabajados en la cadena Pervy Kanal, cercana al Kremlin.
Tras varios meses trabajando en el extranjero, como por ejemplo para el medio alemán Die Welt, la periodista anunció a principios de julio su regreso a Rusia para arreglar un contencioso sobre la custodia de sus dos hijos.