Controladores aéreos distraídos

“Son resistencias del conservadurismo”: declaraciones del presidente en turno a tratar las quejas y reclamos sobre el asunto del posible error humano al ocurrir una posible tragedia de un choque de dos aeronaves en el aeropuerto de la CDMX.

Con todo respeto es una reacción visceral, absurda y penosa ante un evento derivado de un error local en el controlador aéreo, cuya deficiencia ya había sido mencionada meses atrás.

Rogelio Jiménez Pons como subsecretario de SCT, salió a dar la cara explicando la causa y aceptando el error humano en este hecho, como debe de ser.

Esta situación ya tenía tiempo de existir, sin que el titular de la SCT, Arganis Díaz Leal hubiera tomado el menor interés en el asunto, hasta que llegó Jiménez Pons con otra dinámica y participación en estos problemas.

La calificación de seguridad del aeropuerto de la CDMX no ha sido corregida a la fecha.

La responsabilidad de los controladores aéreos es enorme, ya que se vuelven los pilotos virtuales al entrar el avión a su radio de acción en el aeropuerto de destino, tanto en la llegada como en la salida.

Esta no es una reclamación más que tenga que ver con la obsesión del presidente en turno contra su gobierno, y contestar, en forma automática, el rechazo de dicha reclamación.

Es un hecho documentado de una falla en el sistema aeronáutico de control aéreo de la CDMX, que nos afectaría a todos y que para el país sería demoledor tener un accidente aéreo por deficiencia de los controladores.

Los viajes a la CDMX que eran seguros, llegando a la gran capital de México, similar a llegar a Paris, Roma o Londres, se ha vuelto muy conflictivo, por dejar caer el aeropuerto de la CDMX, saturado y olvidado su mantenimiento y ahora el temor de desviar los vuelos al AIFA, cuyo nacimiento y funcionamiento ha quedado en pausa.

El medio de transporte más seguro, según estadísticas, es el avión, salvo cuando se enfrenta a “controladores aéreos distraídos”.