Cambio de párroco en templo de Villa de Guadalupe

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El Sacerdote José Rigoberto Robles Almaraz, este mes dejó de ser párroco del Templo de la colonia Villa de Guadalupe, ubicado en la delegación municipal de El Pitillal; provisionalmente quedó a cargo el presbítero Juan Luis Casillas, como administrador, mientras el obispo nombra al nuevo titular. 

El padre Rigoberto se distinguió por su trabajo pastoral. Conoció bien a su comunidad. En su momento señaló que se vive una gran diversidad cultural, porque han llegado personas de varios estados del país, pero al final se miran como una gran familia.

-Parroquia-nuestra-Señora

Indicó que los principales problemas de esta populosa zona son los mismos de otras colonias de la ciudad, como son las adicciones; por lo que exhortó a la gente a acercarse a Dios, no solo acudiendo al templo, también en sus hogares pueden encontrarlo, a través del amor y la caridad, subrayó.

“La gente en general, no solo en esta colonia, cada vez se aleja más de las cosas de Dios y esto quizá sea promovido por situaciones de moda, inculturación de otros países, porque a Vallarta siempre viene gente de otros lugares, además han cambiado las reglas de la ciudad, la pandemia también ha modificado algo, entonces cada vez la gente más distante de Dios obviamente que van incurriendo en vicios, que esto lleva al asunto de las drogas especialmente más que el mismo alcoholismo”, advirtió.

La parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, en la colonia Villa de Guadalupe tiene 14 años de fundada, misma que sigue en construcción. Reconoció que la recibió casi igual, pero encabezó trabajos de restauración y servicios que no son muy visibles, señaló el sacerdote.

El Sacerdote José Rigoberto Robles Almaraz, este mes dejó de ser párroco

“Se han mejorado en servicio, por ejemplo ahora ya tenemos bancas, solo había una o dos misas especialmente mínimo los domingos, ahora mínimo tenemos tres y cuatro con la de la colonia San Esteban, entonces se han prestado servicios de sacramentos cada vez más, la atención tiene mucho que ver para que la gente se acerque a buscar los sacramentos y eso le va dando dinamismo a la iglesia”, compartió entre sus avances. 

Al irse de este templo deja inconcluso su proyecto de edificar el campanario, pero sí recabó el material para el mismo, como varillas y ladrillos.

 

Autor

  • Miguel González Guerra

    Orgulloso de ser pata salada, nací en la calle Púlpito a una cuadra de la playa Los Muertos y siempre he vivido en Puerto Vallarta. Egresado del Conalep, diplomado de Periodismo en la UNAM, cursé talleres de comunicación en el periódico El Financiero y la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Desde los 14 años trabajé en la rotativa y formato del diario Nuevo Día, en marzo de 1988 publiqué mi primera columna en Vallarta Opina, inicié con las fuentes de sociales y cultura. Laboré en otros dos diarios de la región y una estación de radio. Desde 1991 formé parte de las filas de Tribuna de la Bahía, en diferentes etapas, cubriendo información general, sobre todo las colonias populares, ejidos, delegaciones, iglesias, escuelas y gobierno. Me gusta pintar, leer, el cine, pasear por la naturaleza y pueblear alrededor.

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