La décima por fin iría a casa

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La final del torneo de clubes más importante se llevaba a cabo una vez más. Pero esta vez con un toque especial, la jugaba el Real Madrid. Los blancos se enfrentaban a sus enemigos de la capital. Los colchoneros, quienes habían eliminado al siempre favorito, Barcelona, tenían la oportunidad de amargar a su odiado rival. Negándole al Madrid, la oportunidad de ganar la añorada “Décima”. 

El equipo dirigido por el técnico italiano, Carlo Ancelotti, llegaba al estadio Da Luz, con un 4-3-3. Solucionando la ausencia de Xabi Alonso, con la presencia del mediocampista Sami Khedira. El Real Madrid llegaba como favorito, después de derrotar con autoridad al Bayern Múnich y con un Cristiano Ronaldo con números de récord. El Cholo Simeone, Dt del Atlético de Madrid, se enfrentaba a la incógnita de usar de arranque a su delantero estrella, Diego Costa, quien había sufrido una lesión una semana antes. 

El partido comenzó como lo predijeron los analistas en la previa. Los rojiblancos se dedicaron a defender y los del Real a ser más ofensivos.

Los colchoneros se vieron perjudicados cuando su apuesta por Diego Costa, salió mal. Con tan solo ocho minutos en el campo, se retiró por molestias.

El juego se convirtió en un festival de golpes y patadas, lo cual era de esperarse, después de todo estábamos frente a un derbi madrileño. Pero lo que sí sorprendió fue el error del guardameta Iker Casillas en la jugada del gol del Atlético. Tras un recentro, Godín cabeceaba un balón inalcanzable para “El Santo” de Madrid, quien ante una mala salida veía como el balón entraba a la portería a pesar de su esfuerzo por componerse. El Real Madrid iba al descanso con el peor escenario posible. 

El nueve veces campeón de Europa regresaba del descanso con el marcador en su contra, hecho que jamás había sucedido en la historia de la competición. El Atleti con la ventaja del gol, buscó retener la posesión del balón en el arranque, lo cual le funcionó tan bien que incluso estuvo cerca de firmar el segundo tanto.

Sin embargo, al rey de Europa, jamás debes cederle el juego. Con la entrada de Isco y Marcelo, el Real Madrid fue más ofensivo y asustó a más de un colchonero. Quienes solo podían agradecer tener a Courtois, el Zamora de La Liga en un nivel espectacular detuvo todo lo que se le cruzaba.

La delantera blanca no veía con éxito el fondo de la red. Algo inimaginable de la tripleta BBC que había maravillado a Europa en esa misma temporada. 

El Madrid siguió pisando el área rival, al grado de que en los últimos quince minutos del partido, la cámara no grabó a Iker Casillas. Quien solo miraba con preocupación cómo su error le costaba una final al club de sus amores.

Sin embargo, el destino le tenía una alegría para el héroe de la octava y novena Copa de Europa. En la última jugada del partido, un tiro de esquina de Luka Modric era rematado por un cabezazo de Sergio Ramos. El Madrid mandaba al alargue la final en el minuto 92:48, y los colchoneros como “El Cebollita” lloraban de frustración en el banquillo. La final soñada de los rojiblancos pintaba convertirse en una aterradora pesadilla. 

Los primeros 90 minutos terminaron, pero el juego estaba más vivo que nunca. Ambos equipos se encontraban desgastados, pero los cambios ofensivos de los blancos, le daban una ligera ventaja sobre los cambios defensivos del Cholo para evitar aquel gol del empate.

La prórroga inició, pero el partido siguió como terminó. El Real Madrid no tardó en marcar el gol del triunfo. Un grandioso desborde del argentino Di María sería respondido por una atajada de Courtois, pero que con rebote dejaba al galés Gareth Bale, listo para cabecear el balón hacia la red.

El Madrid se ponía adelante y el sueño de la Décima estaba más cerca. El Atleti muy condicionado en ataque no logró hacer daño de media cancha hacia delante y eso fue aprovechado por los blancos. Marcelo terminó haciendo el 3-1 y en los minutos finales, Cristiano, desde la vía penal hacia el marcador más abultado y llegaba a sembrar un increíble récord de goles (17) en la máxima competición. El Madrid festejaba, mientras el Atleti lloraba. Era la final esperada de los madridistas. 

El 24 de Mayo de 2014 quedará grabado en la historia del futbol. El Madrid derrotaba 4 a 1 al Atlético de Madrid en Lisboa, conquistando una nueva Copa de Europa. El Real Madrid era quien mandaba en la capital y la Décima, por fin estaría en casa.

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