AMLO rumbo a la elección presidencial del 2024
PARA EL FIN
El proceso actual de sucesión presidencial es, por decir lo menos, novedoso y audaz.
Novedoso porque fue el propio Presidente de la República quien, de manera personal y directa, abrió el juego sucesorio.
Es audaz porque lo hizo con mucha anticipación; prácticamente a la mitad de su gestión, con los riesgos y ventajas que ello puede implicar. Perder o ganar la elección presidencial en el 2024.
El Presidente mostró sus cartas, a la vista y al escrutinio de todos nosotros.
México gana porque, desde ahora, con mucha anticipación, podemos ir razonando nuestra decisión electoral.
De cada precandidato podemos hacer un balance, sumando sus activos y restando sus pasivos.
Un Presidente que, a la mitad de su encargo, sigue marcando la agenda mediática nacional.
Un presidente destapador; que tiene la fuerza y el poder para quitar y poner.
Hay un ambiente pre-electoral totalmente controlado por el Presidente.
Él enciende las velas pero se queda con el cerillo y con el control del brillo. Placea y arropa a su libre albedrío.
Y la oposición en la oscuridad total. Ni lumbreras, ni encendedores, ni luciérnagas.
Una oposición que se sorprende; no comprende, ni aprende, ni emprende.
¿Usted ya pensó en algún precandidato a la Presidencia?
Lo dejamos para el fin.