Como sino hubiera pandemia fiestas de San Miguel en Pitillal
Este miércoles concluyeron las fiestas patronales de El Pitillal en el templo de San Miguel Arcángel.
El párroco Javier Santiago Dueñas había anunciado un programa limitado por la pandemia pero finalmente sí se realizaron peregrinaciones y las misas estuvieron abarrotadas sin cuidar la sana distancia.
El acto principal fue la misa oficiada por el obispo de Tepic, Luis Artemio Flores, concelebrada por 20 sacerdotes sentados, apretujados junto al altar, donde también estuvo el mariachi.
Las bancas del templo, todas llenas de feligreses, incluso unos de pie en la puerta y en los extremos, eso sí, todos con cubrebocas.
A las 12:00 del mediodía encendieron cohetes para anunciar el inicio de la solemne eucaristía; afuera quedaron los charros, escaramuzas y sus familias que llegaron en peregrinación, con todo y banda musical.
La señora Teresita Herrera peregrinó con los charros, de la mano llevó a su hijo, ambos con ofrendas, emocionada dijo:
“Desde que tengo uso de razón, cuando estábamos pequeños, es una tradición familiar venir a peregrinar y dar gracias a San Miguel Arcángel”.
En primera fila estaban la delegada municipal, Carmen Santana, el alcalde electo Luis Michel y su esposa Chuyita López, así como los representantes del Ejido Coapinole y charros de El Pitillal, entre otros.
Por segundo año consecutivo y por indicaciones de la Mesa de Salud Jalisco, se cancelaron las fiestas patronales pero en esta populosa delegación municipal no se suspendió la tradición.
Aunque el párroco dijo era simbólico, desde el novenario sí hubo procesiones y la autoridad permitió la instalación de la feria, puestos de juegos y antojitos en la plaza. Sin embargo, no se compara con las grandes concentraciones de otros años, cuando no se podía ni caminar por el centro del Pitillal.
Se extrañaron las grandes peregrinaciones, danzas, procesiones, vendimias y bailes masivos. Por la noche se recibiría la antorcha, fuego traído por corredores desde el vecino municipio de Mascota, Jalisco. Se prepararon bombas de luces y cohetes y varias familias pasearon por la plaza y el templo.