Dos señoras fracturadas por calles inundadas en Diaz Ordaz

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Las colonias Díaz Ordaz y Versalles siguen seriamente afectadas por el desfogue de los mantos freáticos, de los subterráneos y obras de los nuevos edificios, así como por fugas de aguas negras, que han inundado sus calles, lo que ya ha provocado innumerables accidentes, sobre todo caídas de personas de todas las edades, entre ellas dos señoras fracturadas: Esther Gómez del tobillo y Tere Estrada, la tibia y peroné, ambas tuvieron que ser operadas.

Calles inundadas de aguas negras

La situación se agrava por las obras de rehabilitación de las calles Niza y Francia, así como de tubería del Seapal. La calle Milán es un arroyo permanente, ahí han caído muchos niños que acuden a la escuela primaria “Manuel López Cotilla”, por lo que los padres de familia y maestros están muy preocupados.

Esther Gómez Martínez vive en la Privada de Milán, narró que hace una semana al salir a tirar la basura, terminó en el hospital.

“Enfrente de la escuela está lleno de lama, pero el agua sucia que corre diariamente, obviamente al bajar me resbalé y al caer se me fue un pie para adelante y otro para atrás, y se me fracturó el tobillo; se me volteó el pie y también me luxé, ¡aquí están las consecuencias de esta agua sucia!”, denunció la vecina.

Con impotencia expresó:

“Estamos molestos todos los vecinos de que están constantemente corriendo estas aguas, creo hemos tenido mucha paciencia todos, pero sí está muy peligroso, todo mundo pasa y se tienen que quitar los zapatos, los que van a trabajar no hallan por donde cruzar, ¡no, no, no, es un caos! Cuando quieren echan agua, nadie sabe”.

Calles inundadas de aguas negras

Niza, Havre y Viena parecen lagunas, y por las vialidades aledañas abundan los escurrimientos de agua. Desde que empezaron a levantar los edificios de condominios, además de sus desagües, colapsaron los servicios, cambió todo el panorama y riesgos en estas colonias, ante la indolencia de las autoridades, lo que tiene ya desesperados a sus habitantes y quienes tienen que transitar por el rumbo.

“Nadie sabemos qué está pasando, quién dio permisos, cómo lo hicieron. ¡Estamos hartos de este cochinero! Nuestra colonia era muy limpia, muy pacifica, y ahora que supuestamente es el progreso, ¡pues cual progreso, puro cochinero! Somos el hazmerreir de todo Vallarta, todo mundo nos dice que apesta, pues sí porque está llena de aguas negras, del excremento del drenaje. Los edificios todavía no se han ocupado y ya está este cochinero, no se que va a pasar, pero la verdad es peligroso y estamos hartos”, externó molesta Esther.

Autor

  • Miguel González Guerra

    Orgulloso de ser pata salada, nací en la calle Púlpito a una cuadra de la playa Los Muertos y siempre he vivido en Puerto Vallarta. Egresado del Conalep, diplomado de Periodismo en la UNAM, cursé talleres de comunicación en el periódico El Financiero y la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Desde los 14 años trabajé en la rotativa y formato del diario Nuevo Día, en marzo de 1988 publiqué mi primera columna en Vallarta Opina, inicié con las fuentes de sociales y cultura. Laboré en otros dos diarios de la región y una estación de radio. Desde 1991 formé parte de las filas de Tribuna de la Bahía, en diferentes etapas, cubriendo información general, sobre todo las colonias populares, ejidos, delegaciones, iglesias, escuelas y gobierno. Me gusta pintar, leer, el cine, pasear por la naturaleza y pueblear alrededor.

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