EEUU advierte que la amenaza de atentados persiste en Kabul

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La crisis afgana dio un giro dramático el jueves tras un doble atentado reivindicado por el grupo Estado islámico (EI) que causó decenas de muertos, entre ellos 12 estadounidenses, en el aeropuerto de Kabul, donde seguían las evacuaciones de extranjeros y afganos que huyen del nuevo régimen talibán.

Dos explosiones causaron el jueves al menos trece muertos y 52 heridos ante las puertas del aeropuerto de Kabul, generando escenas de pánico.

Más tarde, una gran explosión sacudió Kabul en la madrugada del viernes. Personal de la AFP escuchó la explosión, pero no hay ninguna fuente oficial para poder determinar su origen.

Las causas de esta explosión siguen siendo desconocidas por ahora, debido a la falta de comunicación de la administración afgana.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se dirigirá a la nación el jueves a las 17H00 (21hH00 GMT) sobre el “ataque terrorista”, dijo la Casa Blanca. 

Biden hará “comentarios sobre el ataque terrorista en el Aeropuerto Internacional Hamid Karzai, y los militares estadounidenses y los afganos muertos y heridos”, informó el ejecutivo estadounidense.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, llamó el jueves a una reunión de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad para discutir sobre la caótica situación en Afganistán tras el atentado en Kabul, informaron diplomáticos.

Guterres envió cartas para invitar formalmente a Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y China a reunirse el lunes, dijeron los diplomáticos a la AFP. Un portavoz de Guterres confirmó la reunión.

Hombres con las ropas empapadas de sangre y mujeres sollozando intentaban salir del lugar, mientras algunos heridos eran transportados en carretillas. Un niño se aferraba al brazo de un hombre con una herida en la cabeza, según imágenes que circulaban por redes sociales.

“Nuestras primeras informaciones hablan de entre 13 y 20 muertos y 52 heridos en las explosiones en el aeropuerto de Kabul”, declaró Zabihullah Mujahid, portavoz de los talibanes que tomaron el poder en Afganistán el 14 de agosto.

Mujahid recordó que el área está “bajo responsabilidad de fuerzas de Estados Unidos”.

“Cuerpos y trozos de carne fueron echados a un canal cercano” describió un testigo presencial, Milad, a la AFP.

“Cuando la gente escuchó la explosión el pánico fue total. Los talibanes empezaron a disparar al aire para dispersar a la gente”, añadió un segundo testigo.

Entre las víctimas hay 12 militares estadounidenses muertos y 15 heridos, confirmó el Pentágono.

 “Todavía estamos calculando las pérdidas totales”, dijo el general Kenneth McKenzie, jefe del Comando Central de Estados Unidos a cargo de Afganistán, en una videoconferencia.

Ataque “inminente”

Horas antes, los servicios de inteligencia de Estados Unidos y otros países habían alertado de un ataque “inminente” y pedían a sus ciudadanos que se alejaran del aeródromo.

Cuando empezaba a ponerse el sol, una primera explosión se produjo en Abbey Gate, una de las puertas de acceso al aeropuerto. 

Poco después, otra carga explosiva estallaba “en o cerca del hotel Baron” a poca distancia, explicó el Pentágono.

Desde la fulminante conquista de Kabul por los talibanes hace menos de dos semanas, el miedo y la desorganización fueron creciendo dentro y fuera del aeropuerto, la única salida del país.

Miles de afganos se agolpaban día y noche para partir en un vuelo. Estados Unidos y sus aliados tuvieron que organizar a toda prisa lo que Biden calificó del mayor puente aéreo de la historia.

El gobierno de Biden, duramente criticado dentro y fuera del país por su forma de organizar la misión, insistía en que el 31 de agosto era la fecha límite para salir.

Desde el 14 de agosto más de 100.000 personas lograron escapar de la ratonera, mientras los talibanes empezaban a controlar lentamente los resortes del poder.

La amenaza de un ataque terrorista era omnipresente porque grupos yihadistas como el EI son rivales de los talibanes, que por su parte exigían a los occidentales acabar cuanto antes con las operaciones de evacuación y abandonar del país, su objetivo durante 20 años de guerra.

Sunitas radicales como los talibanes, pero a la vez rivales de estos, los miembros del EI han masacrado a civiles en mezquitas, santuarios, plazas y hasta hospitales, y han tomado como blanco a musulmanes de facciones que considera herejes.

Cuando Estados Unidos y los talibanes cerraron en 2020 el acuerdo que trazaba las líneas de la retirada de las tropas extranjeras, el EI los acusó de abandonar la causa yihadista.

“Absolutamente despreciable”

El presidente Biden tras ser  informado de la situación tuvo que cancelar un encuentro con el primer ministro israelí, de visita en Washington.

La canciller alemana Angela Merkel denunció el atentado como “absolutamente despreciable”.

“Nuestra prioridad sigue siendo evacuar a la mayor cantidad de personas a un lugar seguro lo más rápido posible”, explicó por su parte el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.

Varios países habían solicitado en vano aplazar la retirada de Afganistán hasta terminar la evacuación de todos los extranjeros y afganos bajo su protección. 

Pero el gobierno estadounidense quería repatriar a todo su dispositivo militar que está protegiendo el aeropuerto.

El presidente iraní, Ebrahim Raisi, pidió cooperación internacional, en particular junto a Pakistán, para promover “seguridad y calma” en Afganistán, un país devastado por décadas de violencia ininterrumpida.

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