Economía en Latinoamérica tardará 4 años en recuperarse del covid
América Latina y el Caribe (ALyC) está pagando una fuerte factura con las infecciones y muertes porque la pandemia está asestando un duro golpe sobre la mayoría de la población que se caracteriza por estar en la economía informal, provocando que la plena recuperación de la economía esté muy distante, advirtió el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Será la región cuya economía tardará más en alcanzar los niveles que tenía antes de Covid-19, y cuatro años para que su población se recupere del golpe, vaticinó.
En un comentario del equipo del departamento del Hemisferio Occidental del organismo que dio a conocer esta mañana, se pone de manifiesto que la región exhibe fragilidades estructurales inherentes.
Como ejemplo, se menciona que ALyC tiene más trabajadores en sectores que requieren proximidad física y menos en sectores que admiten el teletrabajo.
En un análisis publicado en el blog del FMI, elaborado por el director del departamento de las Américas, Alejandro Werner, la subjefa de Estudios Económicos Internacionales, Anna Ivanova y el economista principal de Estudios Regionales del área del Hemisferio Occidental del organismo, Takuji Komatsuzaki, se advierte que la región tendrá un camino sinuoso hacia la recuperación.
Economía volverá a la normalidad hasta 2023
Están pronosticando que la economía de la región retornará a los niveles previos a la pandemia apenas en 2023, y el producto interno bruto (PIB) per cápita lo hará en 2025.
Es decir, más tarde que otras regiones del mundo porque la crisis ha repercutido desproporcionadamente en el empleo, y las pérdidas se han concentrado sobre todo en las mujeres, los jóvenes y los trabajadores informales y menos cualificados, y los indicadores sociales están dando cuenta de ello.
Lo anterior pese a que para el 2021 el FMI revisó al alza su pronóstico en el Informe de Expectativas Económicas Mundiales (WEO por sus siglas en inglés) que dio a conocer el 26 de enero pasado.
Redujo el tamaño de la recesión que habría tenido la región en su conjunto de -8.1% a -7.4%, dado que indicadores anticipados como la producción industrial y las ventas minoristas señalaban que el repunte que se vio entre julio y septiembre, habría continuado en el último trimestre de 2020.
Esto, como efecto del impulso considerable del estímulo fiscal, condiciones financieras internacionales favorables y la resiliencia y adaptación de los agentes económicos ante la nueva realidad.
Según el FMI, pese al rebrote y las nuevas infecciones por el coronavirus, elevó a 4.1% nuestro pronóstico de crecimiento regional para 2021 desde el 3.6% que preveía en el WEO de octubre del año pasado.