DICHOS 2
Duda Sustentable
“Está pesado el tercio” fue una expresión muy socorrida en las áreas rurales y tropicales del occidente de México; se aplicaba para destacar las cargas sobre la espalda y los hombros, ya fuera de leña para el fuego del hogar, la petaca con la pizca de maíz, el costal de granos, el chinchorro o la costalilla con peces.
Cuando el camino por recorrer era largo, la carga se acondicionaba para que no fuera molesta al caminar y, antes de llevarla a los hombros o a la espalda, se hacían varios levantamientos para “sopesar” dicha carga y calcular llegar al destino sin contratiempos. La mayoría de las veces, esos esfuerzos implicaban verdaderos sacrificios por la necesidad de llegar a casa con la mayor cantidad de producto.
Así, los primeros dos años o primer tercio del Gobierno Federal, han implicado una pesada carga para el titular del Poder Ejecutivo. Inició la gestión con una hipótesis muy optimista porque consideró que todas las variables estaban “bajo control”, por lo cual no hubo ninguna duda ni vacilación en agrandar el atado de leña y echárselo a la espalda, creyendo que el camino de seis años sería tranquilo y terso.
“Nadie sabe lo que pesa el costal hasta que lo carga” y, aunque “la carga hace andar al burro”, al final del segundo año, las patas se empezaron “a cuatrapear” y a perder el “trote mondongo”, cambiándolo por un vacilante y desordenado pasito tún tún.
Y es que no quería compartir ni delegar la carga en sus acompañantes; pero a principios del tercero, la carga fue insostenible, a niveles tales que ha tenido que desprenderse de algunos leños para hacer hogueras doble propósito: aligerar su carga y “quemar en leña verde” a quienes le han estado “poniendo trabas en el camino” o “llenando el buche de piedritas”.
Los colaboradores, “están viendo la tempestad y no se hincan”, o se hacen “como que la virgen les habla”; evaden la realidad por desconocimiento, distracción o por obediencia y lealtad ciegas.
Los “leñazos” han sido consecutivos; secuenciales, de efectos devastadores para la 4T. La Pandemia se dice que “cayó como anillo al dedo”; pero la verdad es que se ha convertido en la “papa caliente” porque no se ha logrado aplanar la curva ni domar la pandemia.
En la economía, “tan bien que íbamos” se dijo, pero les “cayó el chahuiztle” con la crisis sanitaria que ha agravado la crisis económica. Los feminicidios y la violencia en general, no disminuyen, llevando la inseguridad a niveles nunca vistos, con lo cual pareciera que “salimos de Guatemala para entrar a Guatepeor”.
Adicionalmente a lo anterior, la política exterior está sufriendo un reajuste en la relación con nuestro principal socio comercial, por lo cual se espera que no se haga realidad la famosa frase “pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos”.
El Presidente, con toda la carga a cuestas, sigue repitiendo sin cesar que “vamos bien”; pero “del dicho al hecho hay mucho trecho” y sus opositores no desperdician oportunidad para enjaretarle todo tipo de acusaciones asegurando que tarde o temprano “cae más pronto un hablador que un cojo”.
En política, como en muchas otras actividades, “vale más paso que dure y no trote que canse”; ojalá que los actores políticos de todos los partidos “hagan de tripas corazón” para que unan esfuerzos y podamos “sacar al buey de la barranca” lo antes posible.
¿Usted cree que logremos unirnos y salir bien y pronto de las crisis?
Esa es una duda sustentable.