Medida sanitaria impuesta a extranjeros, aún no golpea al turismo
Ante la noticia de que a partir del 26 de enero, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades en los Estados Unidos, requerirán que todos los pasajeros aéreos que ingresen a este país presenten una prueba COVID-19 negativa, Luis Villaseñor Nolasco, director interino del Fideicomiso de Promoción y Publicidad Turística de Puerto Vallarta, informó que esto no ha provocado una escalada de cancelaciones en la ocupación hotelera de la ciudad.
Sin embargo, sí ha aumentado mucho la solicitud de información por parte de los visitantes de los lugares en donde pueden aplicar la prueba que es más barata en México.
“Hemos estado trabajando con el sector hotelero y con los hospitales y laboratorios para poder tener la información hacia las líneas aéreas o mayoristas de cuál será la capacidad de respuesta, para que el turista que ya tenga reservado alguna vacación posterior a la fecha que ya se va a pedir esta prueba de ingreso a los Estados Unidos ya sepa y con tiempo hacer su cita”.
Cabe mencionar que en un comunicado publicado este 12 de enero, el Departamento de Estado de los Estados Unidos indicó que la pandemia de COVID-19 continúa afectando a los países de manera diferente, y que los desafíos para cualquier viaje internacional en este momento pueden incluir cuarentenas obligatorias, restricciones de viaje y fronteras cerradas.
En este sentido, Villaseñor Nolasco dijo que muchos hoteles han hecho acuerdos con laboratorios y hospitales para ofrecer los servicios en estos establecimientos, por lo que se está trabajando con las principales asociaciones para obtener la mayor información posible.
“Por ahora no hay una escalada de cancelaciones pero sí hay muchas consultas de mayoristas y agencias de viajes de mayor información de como aplicarse la prueba en Vallarta y los costos”.
Mencionó que en estos momentos los vuelos no están llegando al 85% como en los últimos días del año pasado, pero sí traen los factores de ocupación arriba del 50%.
Cabe mencionar que los estadounidenses, si eligen viajar internacionalmente, su viaje puede verse gravemente interrumpido y puede ser difícil organizar el viaje de regreso a los Estados Unidos. Por lo que todos los pasajeros aéreos que ingresen a la Unión Americana deberán presentar una prueba COVID-19 negativa, tomada al menos 72 horas antes de su día de viaje.