Alicia Matías actuó pese a quemaduras de tercer grado en CDMX
La Ciudad de México (CDMX) sigue impactada por la historia de Alicia Matías, quien, tras la explosión de una pipa con gas en el Puente La Concordia, logró salvar a su nieta antes de perder la vida días después. A pesar de sufrir quemaduras de tercer grado, la mujer de 49 años se levantó, cargó a la pequeña y la puso a salvo.
Especialistas explicaron que el cuerpo humano puede reaccionar de forma sorprendente en situaciones extremas. La liberación masiva de adrenalina activó el sistema nervioso, lo que permitió a Alicia Matías caminar y moverse sin sentir de inmediato el dolor de las lesiones. Esta respuesta de emergencia acelera el corazón, envía oxígeno a los músculos y suprime temporalmente el sufrimiento.
De acuerdo con médicos de la CDMX, las quemaduras de tercer grado destruyen terminaciones nerviosas superficiales, lo que hace que la víctima pueda no percibir el dolor en un primer momento. Esto explicaría que la mujer pudiera mantenerse de pie y realizar acciones que normalmente serían imposibles.
Además de la respuesta biológica, psicólogos destacan que el impulso de proteger a un ser querido es determinante. El cerebro prioriza la supervivencia y la protección de los más vulnerables, lo que otorga fuerza adicional para actuar aun en medio del peligro.
Con el paso de las horas, el cuerpo de Alicia Matías empezó a resentir los efectos de la pérdida de líquidos y la inflamación generalizada. El colapso llegó más tarde, cuando el organismo entró en shock y su estado se agravó hasta derivar en su fallecimiento en un hospital de la CDMX.
