Zoológico de Alemania sacrifica a 12 babuinos sanos por falta de espacio

Tiergarten Nürnberg declaró emergencias por sobrepoblación animal mientras grupos animalistas denuncian ilegalidad y presentaron cargos penales
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Alemania: zoológico sacrifica 12 babuinos por sobrepoblación

El zoológico Tiergarten Nürnberg, en Alemania, confirmó que eutanasió a 12 babuinos de Guinea sanos, tras concluir que ya no tenía espacio disponible para mantenerlos. Esta acción se tomó pese a iniciativas de traslado a otros recintos desde 2011 que no prosperaron, debido a la falta de cupo en zoológicos en París, China y España.

La decisión fue tomada después de años de advertencias sobre la sobrepoblación, ya que el grupo alcanzó los 43 individuos pese a que las instalaciones fueron diseñadas solo para 25. La dirección explicó que las tensiones dentro del grupo causaban heridas frecuentes, y que los métodos anticonceptivos no funcionaron como se esperaba.

Los animales elegidos para la eutanasia no eran hembras preñadas ni estaban participando en estudios científicos. Según el zoológico, fueron abatidos a tiros; posteriormente se tomaron muestras para investigación y sus cuerpos fueron destinados como alimento a leones y tigres del lugar.

Activistas animalistas escalaron muros del recinto e incluso una manifestante se pegó las manos al suelo en señal de protesta. Varias organizaciones como Pro Wildlife y la Asociación Alemana de Protección Animal (Deutsche Tierschutzbund) presentaron denuncias penales contra los directivos, calificando el acto de “evitable e ilegal”.

El propio director del zoológico, Dag Encke, defendió la decisión como un último recurso para evitar violaciones a las leyes de bienestar animal, argumentando que mantener un grupo sobredimensionado y agresivo también representaba un incumplimiento legal.

El episodio ha reabierto el debate sobre la gestión reproductiva en zoológicos europeos, cuyo modelo actualmente permite la eutanasia de animales sanos bajo ciertas condiciones. Se destacan casos anteriores como el de Marius, una jirafa sacrificada en el zoológico de Copenhague en 2014, cuyos restos fueron usados para alimentar a otros animales, lo que desató indignación internacional.

Grupos como Deutsche Tierschutzbund han exigido a los legisladores una regulación más estricta de las políticas de reproducción en zoológicos para evitar que se repitan situaciones similares.

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Eréndira Rangel