Cronología: Así ocurrió la extorsión y desaparición del menor Joaquín en Puerto Vallarta
La tarde del miércoles 16 de julio comenzó a circular información sobre la desaparición de un menor de 12 años identificado como Joaquín en Puerto Vallarta. Sus padres pidieron ayuda a las autoridades y a usuarios de redes sociales para localizarlo, luego de varias horas sin saber de su paradero.
Afortunadamente, tras momentos de angustia y constantes amenazas, Joaquín fue localizado sano y salvo. Sin embargo, tanto él como su familia fueron víctimas de una sofisticada extorsión telefónica. Con una sola llamada, los delincuentes lograron hackear su celular, robar su información y hacer pasar a sus seres queridos por un verdadero infierno.
¿Qué ocurrió con Joaquín, el niño de 12 años desaparecido en Vallarta?
A través de WhatsApp comenzó a circular un audio en el que una mujer, con autorización de la madre del menor, relata con detalle el calvario que vivieron al creer que su hijo estaba secuestrado.
Según el testimonio, todo comenzó cuando Joaquín estaba solo en casa y recibió la llamada de un desconocido. “Le hackearon su WhatsApp y comenzaron a meterle miedo, diciéndole que iban a hacerle daño a su papá. Al mismo tiempo le iban sacando información: qué coche tenía, dónde trabajaba, etcétera”, narra la mujer.
Los extorsionadores convencieron al menor de salir de su casa con el pretexto de ir a la tienda. Luego, lo dirigieron a una tienda de conveniencia para comprar un nuevo chip (SIM) y reemplazar el suyo, dejándolo incomunicado. Esta es una táctica común en este tipo de delitos para impedir cualquier contacto con la víctima.
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“Como ya habían hackeado su teléfono, esta gente se estaba comunicando con los papás a través del WhatsApp de Joaquín, desde una computadora. Les llamaban y les pedían un rescate”, explica la narradora.
¿Cuánto dinero les exigieron?
Durante la llamada, los delincuentes exigieron una suma de dinero a cambio de permitir que los padres hablaran con Joaquín. Ellos accedieron a transferir 20 mil pesos, y tras hacerlo, recibieron una llamada.
“Le llaman y un niño le dice: ‘Mamá, me recogieron en el kiosko, tengo los ojos vendados’, mientras se escucha al extorsionador decirle: ‘Dile que estás bien’”, relata la mujer.
Después de esa llamada, los delincuentes elevaron la exigencia a 250 mil pesos para supuestamente liberar al menor. Mientras tanto, le daban instrucciones a Joaquín para que se moviera de un punto a otro en Puerto Vallarta, con el fin de mantenerlo ocupado y evitar que fuera localizado.
Los padres acudieron a la Fiscalía para presentar la denuncia. En paralelo, una ciudadana que vio al menor en la calle contactó a su madre y a las autoridades para reportar su ubicación. Así fue como finalmente lograron localizarlo.
Aunque Joaquín ya estaba a salvo, los extorsionadores continuaron enviando mensajes con amenazas sobre su integridad. “Aunque no estuvo secuestrado físicamente, sí corrió el riesgo de estar solo en las calles, con la angustia de que algo más pudiera ocurrirle”, concluye el relato.
