Impuesto a remesas es aprobado en Comisiones en Cámara estadounidense

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Impuesto a remesas fue aprobado este miércoles por el Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes de Estados Unidos. Con 26 votos a favor y 19 en contra, la medida propone un gravamen del 5% a las transferencias internacionales que trabajadores migrantes realizan hacia sus países de origen.
La legislación impulsada por el legislador republicano Jason Smith forma parte de una estrategia que busca limitar la migración sin autorización y, al mismo tiempo, generar ingresos adicionales al fisco estadounidense. El nuevo impuesto a remesas afectaría a más de 40 millones de personas, incluidos portadores de residencia permanente y visas como H-1B, H-2A y H-2B. Los ciudadanos estadounidenses quedarían exentos.
El proyecto ha desatado polémica tanto en Estados Unidos como en el extranjero. En México, autoridades gubernamentales y expertos económicos calificaron la propuesta como una medida injusta y discriminatoria, recordando que las personas migrantes ya aportan alrededor del 20% de sus ingresos a la economía del país norteamericano.
De acuerdo con cifras del Banco Mundial, en 2023 las remesas enviadas desde Estados Unidos hacia otros países alcanzaron los 656 mil millones de dólares, cifra que equivale al Producto Interno Bruto de Bélgica. México fue uno de los principales receptores, con ingresos récord de 63 mil 300 millones de dólares, un aumento del 7.6% respecto al año anterior.
La propuesta del impuesto a remesas es parte de un paquete fiscal más amplio que la Comisión de Presupuestos integrará y que se prevé será votado en el pleno de la Cámara de Representantes antes del 26 de mayo. Si se aprueba, pasará al Senado para su análisis y posible ratificación.
El respaldo al proyecto ha sido principalmente republicano, mientras que la bancada demócrata votó de forma unánime en contra, argumentando que penaliza a comunidades vulnerables y podría tener consecuencias sociales y económicas adversas.
Organizaciones defensoras de migrantes y analistas advierten que imponer un impuesto a remesas podría incentivar el uso de canales informales para el envío de dinero, reduciendo la transparencia del sistema financiero y afectando la seguridad económica de millones de familias dependientes de estos recursos.
India, México y China son actualmente los principales destinos de las remesas globales. Estas transferencias suelen realizarse mediante empresas especializadas en envío de dinero que operan fuera del sistema bancario, lo que permite acceso a comunidades sin servicios financieros formales.
Aunque se han presentado iniciativas similares en al menos 18 estados estadounidenses, la mayoría ha sido desechada por su impacto negativo. Solo Oklahoma mantiene desde 2009 un esquema de gravamen a remesas, que cobra cinco dólares por transferencias menores a 500 dólares y un 1% a montos superiores.