Mia Couto inspira a jóvenes en la FIL Guadalajara 2024
Mia Couto, reciente ganador del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, conquistó al público joven durante su participación en el ciclo “Mil jóvenes con…”, durante las actividades de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
Frente a una audiencia mayoritariamente conformada por estudiantes de bachillerato, el escritor mozambiqueño compartió su vida, su obra y su manera única de concebir la literatura.
La charla, moderada por la escritora mexicana Ave Barrera, inició recordando que Couto nació en Mozambique, un país que, al igual que América Latina, cargó con el peso del colonialismo.
La independencia de esta nación africana, lograda en 1975, marcó un antes y un después en la vida de Couto. Aunque no participó en la lucha armada, utilizó su pluma como una herramienta de resistencia y reconstrucción identitaria.
El escritor reveló que su amor por las historias proviene de las narraciones familiares, especialmente aquellas sobre sus abuelos y ancestros.
“Ellos habitan mi memoria, aunque jamás los conocí. Su presencia moldeó mi infancia y mi vocación como escritor”, confesó Couto, quien cree firmemente que la literatura es un espejo de la vida, un medio para preservar lo efímero.
Uno de los momentos más emotivos de la charla llegó cuando Couto habló sobre la naturaleza.
“En Mozambique, la naturaleza no es algo separado de nosotros; es nuestra identidad”, explicó.
Su formación en biología lo llevó a trabajar con plantas, una experiencia que transformó su perspectiva: “Los árboles son poesía viviente. Nos enseñan a resolver problemas con sabiduría y equilibrio, recordándonos que somos parte de un todo”.
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Couto también compartió la curiosa historia detrás de su nombre. Desde niño, su fascinación por los gatos lo llevó a adoptarlo como parte de su identidad. “Decidí llamarme Mia, como el sonido que hacen estos animales, y mi familia lo aceptó. Así comenzó mi proceso de construir quién soy”, recordó entre sonrisas.
El escritor cerró con una reflexión: “La literatura no solo nos conecta con los demás, sino también con lo que somos en esencia. En cada historia que contamos, construimos un puente entre lo que fue y lo que puede ser”.
Al terminar el encuentro, el escritor mozambiqueño fue ovacionado con aplausos en un recinto lleno de jóvenes.