Con la intención de apoyar el plan de deportaciones masivas de inmigrantes indocumentados propuesto por el próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el estado de Texas ha dado un paso al frente ofreciendo un terreno en la frontera sur.

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En una carta enviada el 14 de noviembre, la comisionada de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, puso a disposición del presidente electo un predio de 566 hectáreas en el condado de Starr, en el Valle del Río Grande, colindante a México.

Este espacio, recientemente adquirido por el gobierno estatal, se encuentra en una zona rural cercana a varios aeropuertos y cuenta con infraestructura mínima, incluyendo un hospital local.

#Entérate | Texas ofrece a Donald Trump donar 600 hectáreas para la construcción de campos de deportación pic.twitter.com/DNelzPphgC

— Azucena Uresti (@azucenau) November 20, 2024

La comisionada señaló que el estado está dispuesto a colaborar en la creación de un centro de procesamiento y detención, enfatizando que este sería un recurso fundamental para las deportaciones prometidas por Trump.

Según Buckingham, la construcción de estas instalaciones busca “proteger a las familias estadounidenses” al facilitar la mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos.

Respaldo y división entre estados a las deportaciones masivas

Mientras Texas se alinea con las políticas migratorias republicanas y considera implementar medidas más restrictivas, como un mayor control en la frontera y permisos adicionales para las fuerzas de seguridad, otros estados toman una postura opuesta.

🚶🏽‍♀️🚶🏾Alrededor de cinco mil #migrantes, en su mayoría #venezolanos, partieron este miércoles desde la frontera sur de #México, con la meta de llegar a #EstadosUnidos antes de que comience la nueva presidencia de #DonaldTrump, quien ha anunciado restricciones y… pic.twitter.com/2O2N31C3tS

— Eunice Rendón (@EuniceRendon) November 20, 2024

En California, la ciudad de Los Ángeles aprobó esta semana una ordenanza para limitar la cooperación de su policía local con las autoridades migratorias federales, reafirmando su intención de convertirse en una “ciudad santuario” para proteger a las comunidades de inmigrantes.

El plan de deportaciones masivas ha generado una polarización en Estados Unidos, con algunos estados respaldando las medidas de Trump y otros optando por políticas de inclusión y apoyo a los inmigrantes.