La posibilidad de construir un tren de pasajeros que conecte Guadalajara con Puerto Vallarta vuelve a ganar interés, impulsado por el potencial turístico y económico de la región, sobre todo en la actualidad mexicana, cuando se tiene en el sureste el ya conocido Tren Maya, así como el inicio de la reactivación de más de 84 mil vías férreas a lo largo y ancho del territorio nacional.

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Si bien existe una iniciativa presentada en agosto del 2022 por el entonces diputado Miguel Torruco Garza, denominado “Tren del Bajío” que conecte Poza Rica, Veracruz, con Guadalajara, Jalisco y que termine en la costa de Puerto Vallarta, la sociedad se cuestiona, ¿cuánto costaría este proyecto ferroviario?

¿Cuánto costaría el tren de pasajeros Guadalajara-Puerto Vallarta?

Este ambicioso proyecto, planteado como una alternativa al transporte terrestre, podría tener un costo aproximado de entre 25 y 30 mil millones de pesos, según estimaciones preliminares de fuentes cercanas al sector ferroviario y cálculos basados en otros proyectos similares, explicó un análisis de inteligencia artificial.

El tren Guadalajara-Vallarta, que recorrería unos 300 kilómetros, tendría estaciones estratégicas en localidades clave del trayecto. Se estima que la construcción de la infraestructura ferroviaria y las estaciones, así como la adquisición de tecnología moderna, demandaría una inversión significativa, con un costo promedio de 100 millones de pesos por kilómetro.

¿Cuánto tiempo entre Guadalajara y Puerto Vallarta?

El tiempo de traslado proyectado sería de aproximadamente dos horas y media, una reducción considerable en comparación con el trayecto en carretera con la nueva autopista Guadalajara-Compostela-Puerto Vallarta que recién se inauguró en marzo 2024.

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Especialistas apuntan que el tren de pasajeros no solo reduciría tiempos y costos de transporte, sino que también impulsaría el turismo en puntos intermedios como Tequila, Ameca y Tomatlán, en Jalisco, así como regiones de Nayarit como Ixtlán del Río y Bahía de Banderas. Además, contribuiría a la descongestión de las vías carreteras y reduciría la huella ambiental del transporte automotor en la región.

Sin embargo, el proyecto plantea importantes retos financieros y ambientales, además de una compleja coordinación interinstitucional entre los estados de Jalisco y Nayarit. A la par de los beneficios, se requiere un análisis profundo de la sostenibilidad económica y social a largo plazo.

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