Se perdió la cordialidad entre Héctor Santana y Lía Castro
Algunas cosas que no se contaron, pero sí se vieron en la toma de protesta del XII Ayuntamiento de Bahía de Banderas, encabezado por Héctor Santana García, una de ellas fue el rompimiento de la cordialidad con el gobierno saliente de Lía Castro Díaz de León.
Una vez terminado el acto protocolario de la comisión transitoria, tras tomar protesta el nuevo cabildo, la logística se olvidó y desentendió de la presidenta y el cabildo del XI Ayuntamiento, dejándolos completamente parados a medio evento.
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Castro Díaz de León permaneció de pie por algunos minutos, hasta que el secretario de Turismo, Juan Enrique Suárez del Real Tostado, observó la situación y le cedió un asiento en la primera fila a la expresidenta, quien se quedó a presenciar el discurso de Santana García y del gobernador de Nayarit.
Suárez del Real Tostado, al ver la acción, decidió permanecer de pie, aunque se le ofreció otro asiento.
Los 13 ediles, en su mayoría mujeres que vestían de manera elegante y con plataformas, tuvieron que buscar acomodo en otros lugares de la unidad deportiva BadeBa, que parecía un horno a pesar del majestuoso toldo y el aire acondicionado instalado a los costados.
Eso fue lo más notable, pero desde el inicio del evento, el maestro de ceremonias intentó omitir el nombre de la exalcaldesa, llegando incluso a destacar en una ocasión, por encima de Castro Díaz de León, a la ahora exsecretaria del XI Ayuntamiento, Julia Robledo Álvarez.
Eso ocurrió durante la toma de protesta. Solo horas después, la mañana de este miércoles, en el arranque de una obra, el discurso del presidente Héctor Santana siguió apuntando a que no se le entregó nada, mencionando que el acercamiento con Lía Castro Díaz de León el 24 de junio solo fue para una fotografía, ya que no hubo entrega formal hasta el martes 17 de septiembre.
Además, Santana mencionó que en nueve meses se agotó el presupuesto del año 2024 y que para el último trimestre ya no hay recursos.
Desde las primeras horas del gobierno de Héctor Santana García, se evidencia el rompimiento entre dos administraciones que se decían amigas y que se presumía tendrían una de las mejores transiciones.
JB
