Mascota, Jalisco: La Esmeralda de la Sierra que encanta a sus visitantes

"La Esmeralda de la Sierra", Mascota, Jalisco, es un Pueblo Mágico donde el tiempo parece detenerse, ofreciendo paisajes inolvidables
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Panorámica de Mascota, Jalisco

Mascota, Jalisco, ubicada en el corazón de la Sierra Madre Occidental, a 2 horas y media de Puerto Vallarta, es uno de los rincones más pintorescos del estado de Jalisco. Este Pueblo Mágico, bautizado como “La Esmeralda de la Sierra” por sus impresionantes vistas naturales y su vegetación abundante, es el destino perfecto para los amantes del ecoturismo, la historia y la cultura.

Bosque de Maple en Talpa de Allende, a 3 horas de Vallarta

Su nombre, que proviene del náhuatl Mazacotla y significa “lugar de ciervos y culebras”, refleja la profunda conexión que tiene esta región con la naturaleza. A lo largo de los años, Mascota ha sabido preservar su identidad, ofreciendo una mezcla perfecta entre tradiciones ancestrales y comodidades modernas.

El centro histórico de Mascota se distingue por su arquitectura colonial, con calles empedradas y casonas de adobe que cuentan historias de siglos pasados. La Plaza Principal es el punto de encuentro, rodeada por el Palacio Municipal y la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, dos íconos que capturan la esencia del pueblo. La majestuosidad de esta iglesia, con su torre de reloj y sus interiores llenos de detalles religiosos, es uno de los mayores atractivos para los turistas.

Pero lo que realmente coloca a Mascota en el mapa turístico es su entorno natural. Rodeada de montañas, cascadas y lagunas, la región es ideal para realizar actividades como senderismo, ciclismo de montaña y paseos a caballo. Entre los sitios más visitados está la Laguna de Juanacatlán, un espejo de agua rodeado por una espesa vegetación que invita al descanso y la contemplación.

Otro sitio imperdible es el Volcán El Molcajete, una maravilla natural desde donde se pueden apreciar vistas panorámicas que quitan el aliento. Además, Mascota es conocida por sus pinturas rupestres, testimonio de los primeros habitantes de la zona y una ventana a la historia prehispánica de México.

Los amantes de la gastronomía también encontrarán en Mascota una excelente oferta culinaria. Platos como el birria, el pozole y las tradicionales gorditas de horno son algunos de los manjares locales que no se pueden dejar de probar. Asimismo, los dulces típicos, como las cajetas y conservas, se han convertido en un sello distintivo del lugar.

Finalmente, la hospitalidad de su gente es quizás el mayor tesoro de Mascota. Los visitantes son recibidos con brazos abiertos y una sonrisa sincera, característica que ha hecho que muchos regresen año tras año a disfrutar de este pequeño paraíso enclavado en la sierra jalisciense.

Efrén Urrutia