Desmantelan mafia de tránsitos extorsionadores que operaba en el boulevard Riviera Nayarit, revela Lía Castro

Durante la entrega de vehículos a Seguridad Ciudadana y Tránsito el pasado viernes, la presidenta de Bahía de Banderas, Lía Castro Díaz de León, hizo una revelación controversial: el desmantelamiento de lo que consideró una mafia de agentes viales que extorsionaban a visitantes y residentes en el boulevard Riviera Nayarit.

Díaz de León señaló que existía una red bien articulada, desde Nuevo Vallarta hasta Bucerías, que identificaba a las víctimas y las seguía no para infraccionar, sino para extorsionarlas pidiéndoles dinero a cambio de no aplicar el reglamento.

Atribuyó la desarticulación de esta red al establecimiento del Mando Único en marzo de este año, tras su llegada al Gobierno de Bahía de Banderas. La dirección de la dependencia fue asumida por la Policía Estatal en coordinación con el Ejército Mexicano, la Secretaría de Marina (SEMAR) y la Guardia Nacional, bajo la dirección estratégica del Gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero. Se realizaron cambios dentro de la corporación una vez que se hizo el relevo de mandos.

“Bahía de Banderas es un claro ejemplo de que en la Carretera 200 ya no tenemos tránsitos que extorsionen a nuestros visitantes como se venía haciendo. Nadie quiere hablar del tema, pero teníamos ahí turnos de tránsitos que pedían dinero; ya no pedían documentos, inventaban infracciones, esto era una mafia”, declaró.
Agregó que, “aunque fue difícil, se logró desarticular la red con el apoyo de todos los compañeros. Los elementos actuales pasan exámenes de control y confianza que están al día, apoyando la seguridad de todos los ciudadanos”.

Cabe destacar que no es la primera vez que se habla de extorsiones por parte de los agentes viales. Hace dos años, la entonces presidenta con licencia, Mirtha “N”, había advertido sobre estas prácticas durante una entrega de vehículos y equipamiento en Valle de Banderas, señalando que los mandos les pedían cuotas y los agentes presuntamente extorsionaban.

En ese momento, advirtió que si los elementos querían continuar con esos “vicios”, sería bajo su responsabilidad, y afirmó que no intervendría. Sin embargo, no se mencionó ninguna desarticulación o investigación interna.

Ahora, después de dos años, se habla de una desarticulación total de lo que por años había sido un secreto a voces: la petición de dinero a cambio de no aplicar infracciones a quienes no respetaban el reglamento de tránsito.

AT