La inversión sigue jalando
Muchas empresas de capital extranjero y algunas de capital nacional siguen haciendo anuncios de inversión relevantes.
La Secretaría de Economía hace cortes de caja de los anuncios realizados y en el primer semestre de 2024, el saldo es de 45 mil 461 millones de dólares, con 143 anuncios, lo que implica que cada anuncio, en promedio, es de 318 millones de dólares, es decir, proyectos grandes.
Hay que insistir en que no se trata de proyectos que vayan a realizarse en su totalidad en este año, incluso ni en el próximo, sino en algunos casos, en varios años hacia adelante, pero refleja que muchas grandes empresas siguen viendo a México como un destino al cual apostarle.
En los últimos 9 años, las importaciones realizadas por México provenientes de China prácticamente se duplicaron. En abril de este año alcanzaron 10 mil 481 millones de dólares. En el mismo mes de 2015 eran de 5 mil 531 millones. Esto significa un crecimiento de 90 por ciento.
Las importaciones totales del país crecieron 63 por ciento. Es decir, las de China lo hicieron en cerca de 30 puntos porcentuales adicionales.
La presencia de los productos chinos en México es creciente, y en contraste, la de productos mexicanos en China es casi marginal.
Las exportaciones mexicanas a China en abril de este año fueron de 930 millones de dólares. Esto quiere decir que por cada dólar que México exporta a China, México importa 11 dólares provenientes de China.
El gobierno de Estados Unidos, impuso un arancel de 25 por ciento a las importaciones de acero ‘no vertido’ en alguno de los países de Norteamérica, bajo la presunción de que una parte del acero que pasa como mexicano en realidad podría ser proveniente de China. Esa determinación de EU es una expresión de una visión más amplia.
La idea es que China quiere usar a México como una vía para ingresar sus productos al mercado de EU, y de esta manera darles vuelta a los aranceles.
No debería haber ninguna disyuntiva si existe un instrumento jurídico como el TMEC, que establece reglas para determinar las condiciones que deben cumplir las exportaciones provenientes de México para ingresar a Estados Unidos sin pagar arancel. Pero, por razones políticas y estratégicas, sí existe esa disyuntiva.
Estados Unidos ve como una amenaza a China y actúa en consecuencia.
La decisión del gobierno norteamericano de gravar el acero que no haya sido fundido en Norteamérica con un arancel de 25 por ciento, respaldada por las autoridades mexicanas, es apenas uno de los primeros indicios de la disyuntiva de la que hablamos, en la que hubo una respuesta de México alineada con la presunción de Estados Unidos respecto a la búsqueda de China por usar a México como una vía de escape a los aranceles impuestos por EU.
El tema no se va a agotar en el acero. El siguiente ámbito en el que habrá medidas análogas será en la industria automotriz.
Es totalmente falso que “grandes plantas automotrices chinas” se estén instalando en México.
Pero lo que sí es cierto, es que las importaciones de autos chinos a México están viviendo un boom.
La entrada de las marcas chinas en el mercado automotriz mexicano ha alterado de manera significativa el status quo que durante mucho tiempo fue dominado por marcas ya establecidas. Este cambio se ha traducido en una competencia feroz, marcada por un rápido ascenso de las marcas chinas en tan solo un año.
Sin embargo, el futuro del mercado dependerá de cómo estas marcas chinas gestionen su expansión y diferenciación en un campo competitivo. A su vez, las marcas tradicionales deberán adaptarse y ofrecer propuestas atractivas para mantener su participación en el mercado frente a esta nueva ola de competidores.
La transformación en el panorama automotriz mexicano está en marcha, y el éxito dependerá de la capacidad de adaptación y estrategias innovadoras de todas las partes involucradas.
Así que más vale que nos vayamos preparando.