La fauna nociva

Estudio realizado en las principales ciudades de Estados Unidos arrojó que el contar con un parque urbano o un área protegida urbana trae beneficios
0
1189
Fernando Castro

A finales de 2023 e inicios de 2024 han ocurrido algunos encuentros cercanos entre seres humanos y animales que eran muy raros en México. Sobre todo en la costa de Jalisco, con la muerte de una turista en playas de Melaque. ¿Qué significan estos eventos para la economía local? Cuando la información es poca el impacto de las noticias alarmistas puede ser muy elevado. Por eso, es importante conocer los hechos de la realidad vallartense. En la zona, el cocodrilo es una especie endémica que ha sido expulsada de sus dominios por el desarrollo urbano. Hoy en día hay más encuentros documentados que hace 10 o 20 años, no porque haya  más cocodrilos, simplemente porque hemos invadido más su hábitat.

De hecho según un estudio de la UDG de 2023, señala que apenas el 10% de los cocodrilos que se tienen registrados en la zona podrían ser potencialmente peligrosos. Hay alternativas positivas como la creación de santuarios para proteger a los animales y que además pueden usarse como lugares que generan ingresos a través del turismo, de investigación y hasta del desarrollo de contenidos.

Uno de los principales motivos por los que los cocodrilos se acercan a zonas urbanas o habitadas por seres humanos, es debido a que el crecimiento urbano y habitacional ha ganado terreno a las zonas naturales donde originalmente habitaban estos animales.

¿Son los cocodrilos un peligro fatal para los seres humanos de Puerto Vallarta y Bahía de Banderas? En torno a los mitos y verdades sobre los riesgos para los seres humanos, el habitar junto a cocodrilos, se dice que solo el 10% de los reptiles representan un grave peligro para las personas, ya que tienen el tamaño necesario para matar a un ser humano.

De igual manera, hasta noviembre de 2019 se habían identificado un total de 244 saurios en ambos municipios. La capacidad de desplazamiento de los saurios hace que en ciertos momentos la cifra pueda aumentar o disminuir, lo que complica la tarea de realizar estimaciones precisas sobre su población.

Estos ataques recientes en la costa de Jalisco nos han hecho entender que hace falta una infraestructura que debe acompañar al desarrollo urbano y turístico. Es la necesidad de un centro de investigación y de una verdadera patrulla verde que vigile las aguas (ya sea el mar, el estero o los ríos). Es necesario invertir en un sistema de monitoreo activo que permita alertar a la población de la aparición de este tipo de fauna y que se pueda en su caso capturar para reubicar minimizando los riesgos para la población.

Por otra parte la ciudad debería de considerar tener un pulmón nuevo dentro de la bahía, ya que el estero actual está franqueado por la mancha urbana en todas direcciones y a la larga lo irán deteriorando.

Un estudio realizado en las principales ciudades de los Estados Unidos arrojó que el contar con un parque urbano o un área protegida urbana trae beneficios a las ciudades. Por ejemplo en Denver el desarrollo de un gran parque urbano ha generado hasta 2.5 mil millones de dólares en inversiones y negocios alrededor del mismo. En más de la mitad de las ciudades los parques urbanos sirvieron para complementar la infraestructura de aguas de la ciudad y auxiliar en la reducción de inundaciones. Además de estos beneficios urbanos, la calidad de vida de la ciudad mejora con mejor aire, con oportunidades para la actividad física y la imagen urbana.

La conservación de los cocodrilos se da de la mano de biólogos y especialistas que se encargan de crear un entorno muy similar a la vida silvestre, para poder reincorporar a este bello animal a su hábitat natural. El cocodrilario se encuentra a tan solo 15 kilómetros de Puerto Vallarta, por lo cual hace que sea un espacio ideal para visitas de turistas locales y extranjeros.

Se debería de dedicar un esfuerzo por parte de la ciudad para desarrollar esta infraestructura verde y así facilitar el desarrollo urbano y minimizar el riesgo de ataques de la llamada fauna nociva que no son más que especies que están viendo su hábitat invadido por el hombre.

 

Autor

EtiquetasOpinión