La pequeña empresa

Mantener este sector de la economía regional es tarea de todos, tanto la iniciativa privada como del sector público
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Fernando Castro

En los últimos meses se han estado publicando y ventilando posibles reformas laborales como la semana de 40 horas, el aguinaldo de 30 días, entre otros. Aunque políticamente estas propuestas son muy atractivas, poca atención se ha puesto en las posibles víctimas que serían las medianas y pequeñas empresas.

Una gran empresa a nivel nacional es muy probable que tenga en su pasivo de capital pocas variaciones, y este ya esté controlado cercano al 15% de sus costos. ¿Qué pasa con la pequeña y la micro empresa? En este sector las empresas suelen llevar una carga de pasivo laboral que está más cercano al 50%.

¿Por qué es importante prestar atención? Muchas de estas propuestas pondrán un enorme estrés a un sector que es la base de todas las actividades económicas  a lo largo del país. Según el reporte de 2021, a nivel nacional el 88% de las empresas son pequeñas o microempresas, es decir empresas con menos de 20 empleados.

Es más, según el informe del INEGI,  poco más del 60% de estas empresas tienen 11 años o más. Es decir, la mayoría ya logró sobrevivir y establecerse pero no han crecido. Estás empresas que no han podido crecer, de repente van a tener una serie de obligaciones más que van a poner en riesgo su existencia.

El mantener este sector de la economía regional es tarea de todos, tanto la iniciativa privada como del sector público. ¿Qué acciones pueden realizar las empresas para apoyar a este sector? Al reconocer su relevancia para la economía es importante que las organizaciones empresariales y los grupos o corporativos ya establecidos eviten la competencia desleal, la presión a través de asociaciones o carteles y sobre todo que se busque promover de manera activa el consumo local. No es un sacrificio simplemente es reconocer que hay costos que a veces no consideramos porque son externalidades económicas.

Por ejemplo en un centro comercial donde típicamente hay algunas tiendas ancla que son grandes empresas, el 80% de los locatarios son micro o pequeñas empresas. Si la plaza está llena, tendrá más vida, más circulación de clientes y los costos compartidos de seguridad, áreas comunes y limpieza pues se dividen entre varias entidades. ¿Qué pasa si cerrara un locatario? Probablemente no habría un cambio significativo, pero si cierra la mitad o si cierran todos, entonces si veríamos que aún las grandes empresas pagarían consecuencias como la disminución del flujo de clientes, el aumento en sus costos fijos, etc.

Las medianas y grandes empresas pueden apoyar a la economía local con acciones que les benefician a ellos, a su imagen de responsabilidad social y las empresas pequeñas. Por ejemplo, un comedor de empleados para una empresa con 50 empleados sería costoso, pero hacer una contratación con una o varias cocinas económicas cercanas beneficiaría a ambas partes. Se pueden conseguir incentivos para los empleados en forma de membresías a un gimnasio o tratamientos estéticos en establecimientos locales. Se puede firmar un acuerdo con una pastelería local para garantizar la compra de los pasteles de cumpleaños a la semana o al mes. Se pueden programar con una florería local los detalles para fechas relevantes como el 10 de mayo, etc.

Es difícil en ocasiones entender que las externalidades tienen un costo, que a la larga de todas formas tendremos que afrontar. Que pequeñas acciones pueden incentivar a la economía local para crecer y que al final un pastel más grande permitirá tener más y mejores negocios para todos los participantes. Es parte de una cultura de responsabilidad social el apoyar a aquellos que no están a la cabeza del mercado.

En 2024, las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) en México afrontarán retos alimentados por factores macroeconómicos, así como por los avances tecnológicos.

El primer gran reto que van a encarar los emprendedores y líderes de las pequeñas y medianas organizaciones es la inflación. Y es que al parecer, los incrementos de precios, aunque a menor ritmo, seguirán presentes en 2024, impactando sin falta al costo de las materias primas.

Otro desafío para las Pymes en 2024 son los cambios que probablemente se presentarán en la política económica, por efecto de las elecciones.

Más allá de los resultados (electorales), será bueno estar atentos a cambios en políticas del Banco de México e implementaciones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de cara al cambio de gobierno.

Otro reto para las Pymes será la adopción urgente de nuevas tecnologías que probablemente la competencia ya podría estar adoptando, como la inteligencia artificial, que puede ofrecer la delantera a quien la integre en sus procesos.

Asimismo, las Pymes deben estar listas para mantenerse vigentes. Se ha intensificado la competencia y la necesidad de replantear estrategias, tienes que lanzar nuevos productos, cambiar precios y generar nuevos atractivos para tus clientes.

jb

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