Durante estos días, las calles de Talpa de Allende, en el estado de Jalisco, México, están impregnadas de fervor y devoción, mientras miles de peregrinos convergen hacia la Basílica de la Virgen de Talpa. Este antiguo ritual, conocido como la Ruta del Peregrino, tiene más de dos siglos de historia y atrae a fieles de diversos municipios jaliscienses. Se estima que cerca de 3 millones de personas participan en esta travesía anualmente.

La Ruta del Peregrino se desarrolla en varias fechas a lo largo del año, siendo la más multitudinaria durante la Semana Mayor. Sin embargo, otras celebraciones importantes incluyen el día de la Candelaria (2 de febrero), el novenario a Señor San José (del 11 al 19 de marzo), y la coronación a la Señora del Rosario (del 24 al 31 de marzo de 2024). Es durante estas festividades que los peregrinos emprenden su camino hacia Talpa de Allende.

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El recorrido, que abarca una distancia de 117 kilómetros, comienza en la ciudad de Ameca y atraviesa las imponentes montañas de la Sierra Madre Occidental hasta llegar a la Basílica. Gracias al apoyo del sector gubernamental, se han establecido diversas infraestructuras para asistir a los peregrinos en su travesía, incluyendo hospedajes, zonas de descanso, observatorios y santuarios. Destacan especialmente los miradores de Atenguillo y Ameca, que ofrecen vistas espectaculares de la sierra.

¿Cuáles son las recomendaciones para asistir a la Ruta del Peregrino en Talpa de Allende?

Para los peregrinos que se aventuran en esta caminata espiritual, se recomienda llevar agua y alimentos para los seis días que dura el trayecto, así como un calzado y ropa adecuados para enfrentar las inclemencias climáticas. Se aconseja evitar la sobreexposición al sol durante el día y comenzar la caminata en las primeras horas de la madrugada para evitar golpes de calor.

La travesía está llena de curiosidades y mitos arraigados en la historia y la fe de la región. Se dice que la imagen de la Virgen de Talpa fue tallada por los indios tarascos y ha concedido innumerables milagros a aquellos que la visitan. El recorrido desde Ameca hasta Talpa es el principal, aunque algunos peregrinos parten desde la población jalisciense de Lagunillas.

La Ruta del Peregrino no solo es una caminata física, sino también espiritual, que reúne a miles de personas en un acto de fe y devoción hacia la Virgen de Talpa. A pesar de las adversidades, esta antigua tradición continúa siendo un símbolo de la identidad cultural y religiosa de Jalisco.