Veracruz, en medio de la violencia y la confrontación política

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En Tercera Persona

Andrés Valencia Ríos —alcalde de San Juan Evangelista, Veracruz, durante el periodo 2018-2021—, había anunciado su intención de competir nuevamente en las próximas elecciones. El 12 de febrero acudió a la comunidad de La Lima para colaborar en la búsqueda de un ahogado. Dos sicarios a bordo de una moto se aproximaron a él y lo acribillaron. Tres personas más resultaron heridas.
Dos funcionarios municipales más habían sido asesinados en San Juan Evangelista entre 2018 y 2019, entre ellos, el exalcalde Adalberto Moreno Lara.
Un día después del asesinato de Valencia, los cuerpos de un hombre y una mujer, metidos en bolsas de basura, con huellas de extrema violencia, fueron hallados en Acayucan, a 30 kilómetros de San Juan Evangelista, en un camino de terracería, justo detrás de una unidad deportiva.
La alcaldesa de este último municipio, la perredista Rosalba Rodríguez Rodríguez, acababa de denunciar ante medios nacionales que el crimen organizado la había estado presionando para tomar control del municipio.
En 2022 un funcionario del DIF, Clemente Condado, cuñado de Rodríguez Rodríguez, fue asesinado durante un desayuno. El crimen fue relacionado por el gobierno del estado con asuntos del crimen organizado. Al año siguiente, un hermano de Clemente Condado fue hallado en el interior de un vehículo, completamente calcinado.
A la lista de escándalos se sumó la detención de Verónica Vidal Morales, directora de Desarrollo Urbano de Acayucan, acusada de liderar una banda de secuestradores que había exigido un rescate de tres millones de pesos por la liberación de un trabajador de Telmex.
Según la alcaldesa, tras esta detención, y cada que se presenta un hecho nuevo de violencia, arrecian las llamadas telefónicas de integrantes de la delincuencia organizada, a fin de que ceda a sus demandas.
El gobernador del estado, Cuitláhuac García, acusó a Rodríguez Rodríguez de no tomar medidas efectivas contra la inseguridad, acusó que uno de los colaboradores de la alcaldesa podría estar vinculado con el crimen organizado y la invitó a renunciar “si no puede manejar el cargo”.
La respuesta de García, en cuyo estado acaban de aparecer hace dos semanas un par de camionetas de redilas con los cuerpos mutilados de 15 personas y con una narcomanta en la que el Cártel Jalisco Nueva Generación exige a grupos rivales que ya no envíen “más guatemaltecos” a pelear contra ellos, provocó encendidas reacciones entre grupos políticos opositores.
El PRD local acusó al gobernador de tener al estado sumergido en la inseguridad, y “en una escalada de sangre donde la delincuencia se ha apoderado de Veracruz”. El dirigente del sol azteca replicó que quien debería renunciar es el gobernador, “por cobarde, inepto y corrupto”.
El panista Santiago Creel lamentó que García desestime las advertencias de la alcaldesa, “en lugar de ofrecer apoyo y soluciones”, y criticó que una alerta sobre la infiltración del crimen organizado solo obtenga “indolencia, indiferencia y hasta patanerías del gobernador”.
Mientras escala la confrontación política, Veracruz sigue arrasado por la violencia. Causa en común reportó un total de 260 atrocidades y 24 masacres.
Entre los actos más atroces figura el ataque cometido en enero de 2023, que dejó ocho personas muertas, y el hallazgo de 13 cuerpos destazados, embalados y conservados en un refrigerador en la ciudad de Poza Rica.
La organización documentó 180 casos de mutilación, tortura, calcinamiento, asesinato de funcionarios, asesinato de niños y de mujeres con crueldad extrema.
En 2023 se cometieron en Veracruz 37% más homicidios que en 2022. Documentos hackeados al Ejército por Guacamaya revelaron que en 70% del estado existe presencia criminal, y que el crimen organizado soborna a funcionarios del gobierno de García.
“Todo tranquilo”, dijo el gobernador cuando fueron encontrados los cuerpos empaquetados en Poza Rica. “Que renuncie”, dice ahora, cuando una alcaldesa denuncia que el crimen organizado presiona para tomar control de los pueblos del sur de Veracruz.
Sigue imparable, mientras tanto, el avance del Cártel Jalisco, del Cártel de Sinaloa, de los Zetas, y del Cártel del Noreste.

 

AT

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