La importancia de contar con datos confiables
Hoy, los gobiernos nos dicen que, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, Puerto Vallarta es la segunda ciudad más segura del país. Probablemente, a muchos, ese dato les hace pensar cómo será en otras ciudades.
También nos dicen que ha bajado la incidencia de delitos en todo Jalisco, porque las denuncias registradas el pasado mes fueron 61 por ciento menos que en 2019. Son cifras oficiales, medidas con precisión y publicadas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública; a pesar de eso, la sensación de algunas personas es que los delitos crecieron. Cabe recordar que el tema de seguridad se basa en la percepción que los ciudadanos tienen de su entorno.
No es el único tema en el que los ciudadanos tenemos desconfianza, en la mayoría de estos, ni siquiera hay mediciones que nos permitan darnos una idea de la magnitud de los problemas que enfrentamos. Por ejemplo, resulta muy evidente que el parque vehicular en Puerto Vallarta y Bahía de Banderas ha crecido exponencialmente. Lo podemos ver en los tiempos de traslado.
¿Cuántos de nosotros hemos pasado hasta una hora para cruzar el puente del Río Ameca? Sin embargo, no podemos encontrar en toda la red un dato confiable que nos permita contabilizar el número de automóviles locales que circulan por nuestras calles y mucho menos cuántos autos nos visitan cada semana. No debemos olvidar que el derecho a la información está considerado como un derecho humano, no sólo en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, artículo 6; sino además en la Convención Americana sobre Derechos Humanos, artículo 13.
Donde estamos totalmente a ciegas es en la percepción del desempeño municipal: no se mide como evalúan la calidad de servicios como el de agua potable, la recolección de basura, del alumbrado, del transporte público, o bacheo. La única información con que contamos son las declaraciones de algunos funcionarios.
Sí, hay algunas fuentes confiables: el INEGI, la información estadística sobre turismo que nos entregan periódicamente el aeropuerto y la Administración Portuaria Integral (API), la del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el Instituto de Información Estadística y Geográfica de Jalisco (IIEG) y algunas otras, el problema es que no siempre están desagregadas para los municipios e incluso cuando se publican.
La falta de información confiable es un problema muy grande para todas y todos los ciudadanos. Primero, porque se traduce en desconfianza hacia las autoridades, pero después porque impide nuestra participación activa en la toma de decisiones políticas que nos afectan a todas y a todos.
Hace no mucho, en 2019, la encuesta de opinión Latinobarómetro del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), reveló que en México y los 17 países restantes que integran la región, la confianza en el gobierno descendió del 45 por ciento en 2009 al 22 por ciento en 2018, y la proporción de personas descontentas con la democracia aumentó del 51 por ciento al 71 por ciento. Además, desde entonces, acceder a la información se ha vuelto un asunto cada día más complicado; es decir, se ha perdido la transparencia por la que luchamos durante decenios.
Estamos perdiendo la confianza y eso es muy grave, porque nos hace caer en la apatía, dejamos de participar y de tomar parte de la construcción de nuestro destino turístico y de nuestra felicidad, olvidándonos de que es eso, la participación activa, la verdadera democracia y no solamente cruzar una boleta electoral con nuestro voto.
Hay preguntas que se necesitan resolver para trazar la ruta que deseamos para Vallarta, pero desde la sociedad civil y no desde los anhelos de la política. ¿Qué es lo que necesitamos para vivir felices en Puerto Vallarta y Bahía de Banderas? ¿Qué obras públicas son las más urgentes para que tengamos mejor calidad de vida? ¿Cómo logramos que este destino sea más productivo?
Estas preguntas son fundamentales y no siempre se resuelven con la estadística oficial, que de paso busca resaltar los logros de quienes gobiernan y matizar sus desaciertos. Al contrario, lo que necesitamos es buenas mediciones independientes que, además, nos revelen desde lo subjetivo en dónde estamos parados, como percibimos nuestra ciudad, nuestra calidad de vida, nuestra tranquilidad.
Y lo podemos hacer, desde la sociedad, trabajar juntos para poder responder cómo vamos en Puerto Vallarta y Bahía de Banderas.
AT