En México, el 2 de febrero es un día marcado por la tradición culinaria y festiva de la Candelaria, donde los sabores de los tamales se convierten en protagonistas de mesas y reuniones familiares. La elección de estos manjares se basa en la suerte de encontrar el muñequito en la rosca del Día de Reyes Magos, patrocinando así la degustación de tamales de mole, pollo y carne.

¿Tamales salados o dulces, de pollo o de rajas?

Según una reciente encuesta realizada por la empresa QuestionPro a 300 personas, se revelaron datos interesantes sobre las preferencias de los mexicanos en cuanto a los tamales. El 48.33 por ciento prefiere los tamales salados, el 12.67% se inclina por la dulzura, y un 39 por ciento no puede resistirse y disfruta tanto de lo salado como de lo dulce.

El rey indiscutible de los tamales, con un 32.72 por ciento, es el clásico tamal de salsa verde con pollo, seguido de cerca por el de rajas con queso, que obtuvo el 24.95 por ciento de preferencia, según el estudio. Aquellos que se aventuran con sabores más intensos optan por el mole con carne de cerdo, que alcanza el 21.88 por ciento. Para los amantes de lo dulce, los tamales con pasas y canela obtuvieron un respetable 11.66 por ciento, mientras que el tamal poco común de elote con crema es la elección del 8.79 por ciento.

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En cuanto a las envolturas de los tamales, el 70.67 por ciento prefiere la clásica hoja de maíz, considerándola como una manta cálida que envuelve cada tamal con amor y tradición. La hoja de plátano es la elección del 25.33 por ciento, seguida de la hoja de totomoxtle con un 3 por ciento, y la hoja de aguacate con un 1 por ciento.

La salta verde, la favorita de los mexicanos en los tamales

La elección de la salsa también juega un papel crucial en la experiencia del tamal. Con un 44.67 por ciento, la salsa verde se erige como la favorita, seguida de cerca por la salsa roja con un 41 por ciento. Un 9.67 por ciento prefiere acompañar su tamal con salsa de mole, mientras que un atrevido 4.67 por ciento elige la salsa de cacahuate.

En cuanto a las bebidas que acompañan estos manjares, el 35.33 por ciento prefiere el atole, seguido por el champurrado con un 22.67 por ciento. El café es la elección del 19.67 por ciento, mientras que un 16.67 por ciento opta por refrescos y un 5.67 por ciento por aguas frescas.

Así, la diversidad de sabores y preferencias se entrelazan en la celebración de la Candelaria, donde los tamales se convierten en el epicentro de una tradición que une a las familias en torno a la mesa.