Intercampañas 2024
En este contexto, es increíble que todavía haya quien se tome en serio las propuestas de reforma constitucional que presentará López Obrador el próximo 5 de febrero. Su objetivo es electoral.
Hoy entramos a nueva etapa del proceso político electoral en México. Se trata del periodo intercampañas.
De acuerdo con especialistas, México es probablemente el único lugar del mundo en el que existe un paréntesis tan singular. Muchos expertos coinciden en que es una aberración, pero es la ley. Esto significa, lo que es un alivio, para muchos, el fin de los spots… por ahora.
El último respiro antes del inicio de las campañas electorales se prolongará hasta el 29 de febrero de 2024. Durante este periodo, la autoridad electoral prohíbe los llamados expresos a favor de cualquier candidatura, así como los debates, spots o mesas de análisis donde participe más de un candidato. Los actos públicos, como mítines o asambleas con el objetivo de promover una candidatura tampoco están permitidos.
Asimismo, según los criterios del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, las precandidaturas o candidaturas pueden asistir a actos privados y reuniones en las que se expongan temas generales y de interés público, siempre y cuando no hagan llamados al voto ni incurran en actos anticipados de campaña.
El periodo de intercampañas es un espacio para que los partidos políticos resuelvan posibles diferencias sobre la selección interna de sus candidaturas, correspondientes a los diferentes cargos de elección popular. A la par, durante este periodo el INE deberá revisar el cumplimiento de los requisitos de las solicitudes de registro de los aspirantes.
En este contexto, es increíble que todavía haya quien se tome en serio las propuestas de reforma constitucional que presentará López Obrador el próximo 5 de febrero.
La sustancia de ellas es completamente irrelevante, sea pertinente a los grandes problemas nacionales o no.
AMLO no quiere que se aprueben. En realidad, para él sería una gran decepción que les dieran luz verde. Se ha dicho una y otra vez, pero hay que reiterarlo: el objetivo de ellas es electoral.
La pretensión es construir una narrativa que pueda incluirse en el periodo intercampañas y que diga que la 4T está con el pueblo de México y que si no se consigue pagar el 100 por ciento del salario como pensión y muchas cosas más es culpa de la oposición.
La trampa es tan obvia que supongo que los opositores ya tienen listas las respuestas. Supongo. No vayan a justificarse después diciendo que como estamos en el periodo de silencio nada se puede decir.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dio detalles sobre la modificación al actual sistema de pensiones para los trabajadores. La iniciativa de Reforma en materia laboral, tendrá como uno de sus propósitos modificar y “corregir” la legislación vigente originada en el sexenio de Ernesto Zedillo, en 1997. Tenemos que corregir eso gradualmente en un acuerdo con empresarios y con trabajadores, pero para tranquilidad de empresarios y de trabajadores, el Gobierno va a asumir una parte considerable de este desequilibrio.
Las declaraciones del mandatario ponen énfasis en la intención de su Gobierno para que, a través de la reforma, los trabajadores puedan jubilarse con el 100% de su último salario y de esa forma modificar lo establecido por la ley.
Después de más de 25 años administrando los ahorros de los trabajadores, las Afores ya se están encargando de otorgar las primeras pensiones a los empleados con la edad y el tiempo laboral requerido para poder jubilarse y que han quedado inscritos bajo el régimen de pensiones de 1997.
En términos técnicos, el porcentaje del salario con el que se retira un trabajador se le conoce como tasa de reemplazo, y la propuesta del presidente es que sea del 100%. Sin embargo, no hay ningún país en el mundo que retribuya al 100% a sus jubilados. De acuerdo con el Panorama de Pensiones elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) a finales de 2023, los países con mayores niveles de desarrollo tienen tasas de reemplazo cercanas al 85%.
El sistema de ayudas sociales no es un producto mexicano, es un proyecto hecho realidad, desde hace muchos años y con gran éxito, en los países del llamado “Estado Providencia”, es decir, los países escandinavos como Finlandia o Suecia. La finalidad es democratizar el acceso a la economía y motivar a los más desfavorecidos.
No se trata de regalar dinero por regalarlo, se trata de ponerlo en movimiento. La gente rara vez ahorrará lo que se la ha dado, así que esto contribuye al movimiento del país.
GC