¡Dan Pena!: Los opositores a la pena Capital
Porque la mayoría, confunden su ética personal, con la ética social.
Lo explicamos: Se asimila, que se será responsable de la ejecución de un sentenciado. Y, no se aprecia que se es delo más irresponsable, que al no aplicar temporalmente tal medida, ocasiona el crecimiento acelerado de los homicidios.
Consecuentemente, por la comodidad personal, basada en la imagen ante los demás, se afirman toda clase de contradicciones y poses absurdas por falta de análisis.
La más descomunal contradicción, es que se brincan, la pena de muerte vigente, en cada educado en la adicción tabáquica. Ya que por estar legalizada, la droga que más mata, queda legalizada la licencia para matar que ejercen los criminales tabacaleros. Tanto en nuestro querido México, como en el mundo.
Más de ocho millones de seres humanos, se acumulan cada año, que mueren a TABACAZOS, según las cifras de del organismo mundial, que supuestamente atiende la salud universal: La Organización Mundial de la Salud.
¿Entonces, existe la vigencia de la pena de muerte? ¡Claro que sí!, y habemos muy pocos, que proclamamos la urgencia de una Corte Penal Internacional Antitabáquica.
Para evitar la continuidad de siglos del genocidio impune de los industriales de la muerte tabáquica, que matan, hasta aquellos que son los llamados consumidores pasivos.
Pasivos, porque no fuman, sino aspiran el fatal humo cancerígeno.
Pero pasivos, también, todos los comodinos que se oponen a la pena capital, en contra de los que asesinan por cuenta de semejante complicidad opositora.
Y, sí, resultan más asesinos por omisión culposa, que los mismos homicidas, los cuales quedan hasta sorprendidos de tan increíble impunidad. Ya que los pocos que llegan a una cárcel, hasta ahí mismo siguen matando.
Hemos afirmado, que se aplica temporalmente la pena capital. Por ejemplo:
Nuestro gran Benito Juárez García, en 1871, restableció su aplicación, ante la creciente delincuencia.
Igualmente, sucede en la historia de muchas naciones, que la suspenden, en cuanto consideran que pueden continuar disminuyendo los delitos, por los otros medios disuasivos.
Y, es cuando, la EDUCACIÓN puede transformarse para verdaderamente transformar a las nuevas generaciones.
NADA MÁS Y NADA MENOS, MIS LECTORES QUE SÍ SE OCUPAN, EN LUGAR DE SOLO… PREOCUPARSE.
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