El costo económico de los esquemas incompletos de vacunación

El desarrollo de un pueblo radica en una sana alimentación; suficiente descanso y un sistema inmune debidamente desarrollado
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fernando Castro

La pandemia de Covid-19 estresó de diferentes maneras los sistemas de salud alrededor del mundo. En el caso de América Latina, el sector salud sobre todo en la preventiva ha sufrido una de las bajas más significativas. Según la Organización Mundial de la Salud, en la región se está presentando una de las mayores desigualdades del mundo.

La gente de menores ingresos tiene el triple de posibilidad de completar su cuadro básico de vacunación. En estos países además han comenzado a experimentar rebrotes de enfermedades que se creían extintas como el sarampión.

El impacto económico de los esquemas incompletos va más allá, porque comparando el costo de una vacuna contra el tratamiento de una enfermedad desarrollada es de más de cien veces mayor. Además que al enfermar los menores, los núcleos de familia también deberán sacrificar horas de trabajo remunerado para su atención.

En el mediano y largo plazo, algunas de estas enfermedades también se traducen en discapacidades permanentes. Un ejemplo es la reciente pandemia y sus efectos, ya que cada día se demuestra que la población en general estamos sufriendo estragos como resultado del contagio del COVID. Entre trastornos al sueño; dificultades para respirar; alteraciones en el gusto, entre varias manifestaciones, las cuales generan un impacto en lo económico desde baja en la productividad; disminución en las horas de entrenamiento y desmejora de la condición física; pérdida del apetito y baja en el consumo de
restaurantes.

La cultura de la vacunación fue desde los años 80`s uno de los pocos programas sociales exitosos del estado mexicano. Una de las implicaciones de un programa de vacunación nacional constante es que la gran mayoría de los ciudadanos participaban. En cambio en estados donde la vacunación no es común se observa un rechazo en general a la medicina
preventiva lo que incluye cuidados pre natales, también.

El costo de no aplicar una vacuna del esquema básico que oscila entre los dos y los 20 dólares está muy por debajo del costo promedio anual de entre mil y 2 mil dólares de tratamientos para lidiar con enfermedades que son de por vida como la polio. Cabe recordar que el desarrollo de un pueblo radica en una sana alimentación; suficiente descanso y un sistema inmune debidamente desarrollado.

En el corto plazo los sistemas de salud tuvieron que adaptarse, y la medicina preventiva tuvo que ceder espacios y presupuestos de emergencia para hacer frente a la pandemia de Covid, pero ya es tiempo de que los esfuerzos de los gobiernos se vuelvan a enfocar en esta acción tan importante.

En el caso mexicano la desigualdad es muy notoria, ya que en la región Frontera el 58.1% de los niños tiene su esquema completo en 2021 y en cambio en la región Península de Yucatán sólo el 6.5% y en la zona Sur Pacífico el 11.2%.  En los esquemas de vacunación se hace una importante distinción entre los esquemas para niños menores de un año, y para
los niños entre dos y tres. En ambos casos según la encuesta nacional de 2021, el país tiene un promedio igual o por debajo a lo observado en el año 2000, la pandemia y las políticas públicas de 2020 eliminaron 20 años de avances.

La salud es una inversión a mediano y largo plazo, muchas de las enfermedades que ya consideramos casi extintas pueden regresar y ser un riesgo para la salud con enfermedades que condicionarán la fuerza laboral en los próximos 10, 20 o 30 años. Es importante retomar la medicina preventiva sobre todo en zonas con poblaciones jóvenes como lo es Bahía de Banderas.

El comienzo de un año es una época propicia para expresar un deseo en el mantenimiento óptimo en la salud. Es de cultura general, que una de las doce uvas, en su mayoría, la población se la dedica al propósito de hacer ejercicio y comer saludable. Una mente sana y un cuerpo sano son factores para lograr la felicidad. En nuestras manos está hacer accesible la meta.

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