El pan de muerto, una tradición mexicana con riesgos para la salud
En el marco de las celebraciones previas al Día de Muertos en México, el tradicional pan de muerto, un alimento emblemático de esta festividad, está tomando un protagonismo insospechado, no solo como elemento decorativo de ofrendas, sino como un alimento que se consume de manera habitual en los hogares mexicanos. Sin embargo, expertos advierten sobre los riesgos para la salud asociados con el consumo diario de este delicioso manjar.
El pan de muerto es un tipo de pancito dulce con variaciones regionales en su elaboración, como los “golletes” de Puebla o la “peluca” de Hidalgo. El más comúnmente consumido es el pan de muerto tradicional, elaborado a base de harina refinada y azúcar. Según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), una porción de 100 gramos de este pan aporta alrededor de 417 kilocalorías.
La falta de salud en el pan de muerto se relaciona principalmente con su alto contenido de azúcar, grasas saturadas y carbohidratos, así como su escasa cantidad de fibra. Los efectos adversos de un consumo excesivo o frecuente de este alimento son los siguientes
El pan de muerto te hace subir unos kilitos de más
El azúcar presente en el pan de muerto, tanto en su masa como en su característica capa exterior, está relacionado con el aumento de peso. La especialista Kate Patton de la Clínica de Cleveland, advierte que una dieta rica en azúcar puede contribuir a la obesidad, que a su vez aumenta el riesgo de diabetes, hipertensión arterial y colesterol alto, factores de riesgo para enfermedades cardíacas.
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Incrementa el apetito durante un largo periodo
Sorprendentemente, en lugar de saciar el apetito, el pan de muerto puede aumentar los niveles de hambre. La nutrióloga Dania Karenina Gil Orozco señala que la necesidad de consumir pan dulce a menudo se debe a desequilibrios en los niveles de glucosa en el organismo, que generan un deseo persistente de consumir más.
Problemas con el corazón
Las dietas ricas en azúcar pueden afectar negativamente el funcionamiento del corazón de diversas maneras. Aumento del colesterol, problemas de presión sanguínea y elevación de los triglicéridos son algunos de los riesgos asociados. Además, el pan de muerto contiene altos niveles de grasas saturadas, que también se asocian con una serie de efectos secundarios para la salud, incluyendo aumento del colesterol, problemas arteriales y enfermedades cardíacas.
Aunque el pan de muerto es un elemento tradicionalmente arraigado en la cultura mexicana y es un símbolo importante durante las festividades del Día de Muertos, es esencial consumirlo con moderación y estar consciente de los riesgos que conlleva para la salud. Los expertos recomiendan equilibrar su consumo con una dieta balanceada y un estilo de vida activo, para disfrutar de esta deliciosa tradición sin poner en peligro la salud.