Sospechoso del ataque en Bruselas fue abatido por la policía belga
La policía de Bruselas interceptó y abatió este martes al sospechoso de matar a dos ciudadanos suecos el lunes en la capital belga, un ataque reivindicado por el grupo Estado Islámico y que el primer ministro condenó como un acto de “locura terrorista”.
Los agentes de policía abrieron fuego contra el sospechoso que resultó “neutralizado”, después de toda una noche de intensas búsquedas por toda la capital de Bélgica.
Poco más tarde, una fuente de la fiscalía confirmó a la AFP que el sospechoso resultó muerto a causa de los disparos de la policía.
En un comunicado, la fiscalía belga informó que el sospechoso fue identificado en la mañana en un café, donde fue abordado por agentes, que efectuaron varios disparos, y el hombre resultó mortalmente herido.
Según esa misma fuente, servicios de socorro trataron de reanimar al hombre pero fue declarado muerto.
En la tarde, el fiscal general belga, Frédéric Van Leeuw, dijo que probablemente el sospechoso actuó sin ayudas.
“La tesis del ‘lobo solitario’ parece la más próxima de la realidad”, dijo el magistrado, quien añadió que “no hay ningún indicio de una red” en apoyo al ataque.
Pese a ello, el grupo Estado Islámico (EI) se atribuyó el ataque y dijo que iba dirigido a Suecia por pertenecer a una coalición global que lucha contra los yihadistas.
“Un combatiente del Estado Islámico llevó a cabo un ataque contra ciudadanos suecos el lunes”, dijo el EI en un comunicado publicado en Amaq, el órgano de prensa de la organización, y agregó que “este ataque se produce en el contexto de las operaciones llevadas a cabo por EI contra ciudadanos de los países de esta coalición”.
Según el primer ministro belga, Alexander De Croo, el sospechoso era un tunecino que vivía en Bélgica en forma ilegal.
“El ataque terrorista que ocurrió ayer [lunes] fue cometido con total cobardía. El atacante escogió como blancos a dos aficionados de fútbol suecos”, expresó De Croo.
En Estocolmo, el primer ministro de Suecia, Ulf Kristerssson, advirtió que “nunca los intereses suecos han estado tan amenazados”.
Con relación al ataque, Kristersson dijo que era “una tristeza inimaginable”.