A oscuras celebraron el 102 aniversario de la Parroquia de Guadalupe

En medio de la tormenta que azotó a Puerto Vallarta la noche del jueves, a oscuras se conmemoró el 102 aniversario de la elevación a parroquia del emblemático templo de Nuestra Señora de Guadalupe en 1921, con una misa solemne oficiada por el obispo de la diócesis de Tepic, Luis Artemio Flores Calzada, se tuvo que suspender la peregrinación previa, así como la verbena popular.

El sacerdote Arturo Arana López, párroco del céntrico templo, junto con los presbíteros Francisco Aceves y Osvaldo Toledo, a las 6:00 de la tarde esperaban en el cruce de la avenida Juárez y 31 de Octubre, para encabezar la procesión por las calles del Viejo Vallarta, también estaban varias decenas de feligreses y danzantes, pero el sorpresivo aguacero no les permitió avanzar.

El carro alegórico se quedó ya decorado frente al templo. Esperaron por casi una hora, finalmente el Padre Arana dio la instrucción de cancelar la peregrinación y pospuso la misa programada a las 7:00 a las 8:00, para entonces ya había llegado el obispo Luis Artemio al curato, la ciudad estaba desquiciada, el tráfico vehicular detenido, se reportaban desbordamientos de arroyos, ríos y colonias inundadas.

“Estamos celebrando hoy 102 años de la erección de esta parroquia, la primera que se tuvo aquí en Puerto Vallarta, dedicada a nuestra madre santísima de Guadalupe, como ustedes saben es el centro religioso y el templo hermoso, por supuesto, incluso es atracción para los turistas que vienen y pasan a visitarla”, señaló.

El obispo en entrevista a CPS Noticias-Tribuna de la Bahía se refirió a las emergencias naturales que ha sufrido la región: “Ayer supe que aquí pegó el huracán, pero según me indicaron fue más viento que lluvia, pero lo que faltó de la lluvia, pues hoy la tenemos, entrando aquí a Vallarta sentimos un aguacero fuerte, ahorita que veníamos por el Libramiento parecía un río la misma calle, tuvimos que regresarnos para entrar por el Centro, Dios ahora nos ha socorrido con el agua y esperamos que no haya ningún percance, ningún daño menos a las personas ni a sus bienes”.

Debido al apagón en casi todo Puerto Vallarta, la misa se realizó iluminada con velas y lámparas de los celulares, los cánticos fueron acompañados por guitarras, pues el órgano no puede funcionar sin corriente eléctrica. Pese a que llovía a cántaros, se dieron cita aproximadamente 200 personas, quienes se unieron en oración y pidieron terminar el mal tiempo. Fue una ceremonia emotiva, llena de simbolismo y de fe.

LLG