De la calma al horror: así vivió Boca de Tomatlán la embestida de Lidia
Boca de Tomatlán, en la tarde-noche del martes, fue la primera población en el territorio vallartense que sintió los efectos del huracán “Lidia”, que en ese momento era de categoría 4 antes de degradarse. Un par de horas antes, todo estaba en calma, el mar se mantenía tranquilo, pero el río “Los Horcones” ya mostraba signos de creciente caudal.
A las 18:00 horas, CONAGUA informó que “Lidia”, en su categoría 4, tocó tierra en Las Peñitas, Tomatlán, Jalisco. Esta noticia puso a los habitantes en alerta, algunos comenzaron a asegurar sus embarcaciones y resguardar el mobiliario de sus restaurantes, permaneciendo atentos a la evolución del fenómeno.
Hacia las 18:45 horas, se retiraron a sus hogares para mantenerse vigilantes. A las 19:00 horas, “Lidia” anunció su llegada con una brisa fresca que ingresó desde el mar a través del río y se extendió por todo el pueblo. Luego, se hicieron sentir ráfagas de viento superiores a los 200 km/h y lluvias intensas.
Los vientos levantaron techos de láminas, derribaron postes de luz eléctrica y líneas telefónicas, además de dañar estructuras metálicas de algunas casas. Esto ocurrió ante la mirada preocupada de los habitantes, que observaban el crecimiento del río Los Horcones desde sus viviendas con linternas en mano.
La emergencia cesó cerca de las 21:00 horas, después de dos horas de devastación que dejaron gran parte del pueblo en ruinas. Además, la zona de la carretera también sufrió daños, con grandes rocas cayendo sobre la carretera en el kilómetro 13 del complejo Blue Horizon, lo que dejó a numerosos conductores varados.
En medio del desastre, una mujer de Las Juntas y los Veranos quedó atrapada en medio de su trabajo de parto, y su familia tuvo que abrir paso a su camioneta a través de la maleza para llevarla a un hospital en Puerto Vallarta, ya que los obstáculos naturales dificultaban el acceso por carretera.
Cerca de las 8:00 horas del miércoles, se restableció parcialmente el tráfico en las veredas que algunos residentes y automovilistas habían abierto, permitiendo la circulación desde Conchas Chinas hacia Mismaloya y Boca de Tomatlán. Sin embargo, la entrada a Puerto Vallarta permaneció bloqueada por un árbol caído en la curva de Casa Anita.
No fue hasta alrededor de las 10:00 de la mañana que se abrió el tráfico en ambos sentidos, con precaución, con una fila de vehículos que se extendía por tres kilómetros.
En el transcurso de las horas de este miércoles todo se fue restableciendo con las cuadrillas de Servicios Públicos y Protección Civil de Puerto Vallarta, fue así como este fenómeno meteorológico causó daños en el municipio y quedará en la historia como uno de los más devastadores que pudo ser peor, si no se tuviera la protección que da las montañas del Tuito.