La batalla de Playa Los Muertos: Un episodio crucial en la historia de Puerto Vallarta
Bahía de Banderas estuvo separada por años del resto de la nación gracias a sus profundas barrancas, sierras elevadas, selva espesa y ríos que además de ser una bonita atracción turística, en ese entonces representaban un reto para quienes quisieran viajar a este puerto o salir de él, pues en brechas el paso era casi imposible.
A pesar de haber pasado ya décadas desde 1821 y la Independencia de México, la zona se encontraba en estado autóctono, dándose aún batallas entre locales y visitantes no deseados, que desembarcaron en el puerto para aprovecharse de las riquezas naturales de la bahía y zonas aledañas.
Una de estas zonas relativamente aledañas fue “El Real del Cuale”, un pueblo minero que queda al paso del río Cuale, en tiempos de la colonia el asentamiento minero recibió el nombre de “El Real” para poder distinguirlo de otros pueblos no mineros o con el mismo nombre.
Siendo el Real del Cuale una zona minera, contaba con minas cercanas que no habían sido descubiertas por los ambiciosos exploradores y, por lo tanto, no habían sido explotadas aún. Sin embargo, mientras más visitantes recibían las minas, más rápido se esparcía la palabra, despertando curiosidad en saqueadores que poco a poco fueron visitando el asentamiento para robar el oro, tesoro que por derecho le pertenecía a los locales.
Los saqueadores transportaban su motín siguiendo el río Cuale, yendo por la división en el Caloso para llegar a Bahía de Banderas, donde atracaban.
Locales de la bahía cansados del turismo de saqueo
Los locales no pudieron más, y, cayendo en el hartazgo ante el constante saqueo de sus recursos y riqueza natural, decidieron tomar cartas en el asunto de una vez por todas, así tuvieran que pagar con su propia vida.
Según los textos de Ventura García Castillo, y de acuerdo a las leyendas, en un fatídico día sábado 3 de mayo del año 1862 un grupo de locales vigilaba el puerto, cuando notaron cómo una nave ancló en el muelle, cerca de la desembocadura del río Cuale, que está en donde ahora se encuentra el puente que une al Malecón con Olas Altas.
Para los locales, este acto sólo podía significar una cosa: explotación.
Mientras el barco cargado de oro robado era vigilado, los guardias y cargadores continuaban con sus tareas desconociendo lo que el destino les habría preparado, pues un grupo de locales se habrían puesto de acuerdo para que un grupo se dedicara a robar el motín, mientras que otro se encargaría de los saqueadores.
Entre flechazos y balazos nace Playa Los Muertos
El encuentro comenzó entre flechazos y balazos que volaron por los aires, atravesándose de un lado al otro, haciendo caer a varios, sin embargo, los locales estaban decididos a derribar a sus oponentes, al grado de luchar hasta agotar recursos, pues no sólo volaron flechas y balas, sino que se le sumaron piedras, palos y cuchillos, aun sin recursos, llegaron a estrangularse.
Así, enfrascados en una batalla hasta la muerte, la pelea fue sangrienta, dejando correr un río de sangre corriendo entre los cuerpos tirados, se empapó y tiñó de rojo sangre la dorada arena de la playa.
Cuando la pelea terminó, los sobrevivientes tomaron el motín y se retiraron del lugar, sin tomar en cuenta de cómo habrían marcado la historia de Puerto Vallarta por siempre.
La playa de Los Muertos es mundialmente conocida, aunque muchos desconocen el origen del nombre, propiciando un ambiente perfecto para leyendas urbanas. Es verdad que una brutalidad salvaje se vivió en estas playas, sin embargo, hoy en día se encuentra muy lejos de esta realidad, pues la ubicación de esta playa es en la colonia Emiliano Zapata, que es una de las zonas más tranquilas y seguras, además adorada por la comunidad LGBTQ+ desde hace ya décadas, pues ha sido nombrada como la mejor colonia playera “gayfriendly” de México, abriendo con los brazos abiertos a todos los turistas.