Martha Bárcena siente un profundo desprecio por Marcelo Ebrard
La ex embajadora de México en Estados Unidos, Martha Bárcena, ha expresado públicamente el profundo desprecio que siente hacia Marcelo Ebrard Casaubón, actual aspirante a coordinar los Comités de Defensa de la 4T y previamente titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Estas declaraciones surgieron durante una entrevista realizada por Fernando del Collado para la empresa periodística “Latinus”. En dicha conversación, Bárcena, quien representó a México ante Washington durante los primeros meses del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, compartió su perspectiva sobre la gestión diplomática de Ebrard. La diplomática sostuvo que los cuatro años en los que Ebrard estuvo a cargo de la cancillería fueron problemáticos y caracterizados por desaciertos.
Cuando se le consultó sobre si sentía enojo por cómo se desarrollaron las circunstancias con el presidente de la república y con el ex canciller, Bárcena respondió que se encontraba en un estado de tranquilidad y satisfacción personal, aunque entendía que su expresión podría ser interpretada de otra manera por algunas personas debido a la subjetividad de la percepción.
La animadversión hacia Marcelo Ebrard ya tiene varios meses
En relación con sus sentimientos hacia Marcelo Ebrard, Bárcena fue contundente al afirmar: “Le tengo un profundo desprecio”. La ex embajadora también recordó un discurso previo de Ebrard Casaubón en el que se refería a Claudia Sheinbaum y sus supuestos acarreos, lo que le llevó a concluir que él tenía una aversión hacia mujeres con posiciones de poder.
Bárcena señaló la actitud arrogante de Marcelo Ebrard, describiéndolo como alguien que se considera la única persona inteligente.
Esta postura ha generado tensión entre ambos durante varios meses, manifestándose en desacuerdos en asuntos diversos, incluyendo la postura mexicana frente al conflicto en Ucrania y la implementación del programa “Quédate en México”, que fue ejecutado durante la administración de Donald Trump y tenía como objetivo que los migrantes expulsados de Estados Unidos esperaran en México mientras se resolvía su situación migratoria.