Impacto económico de la apertura de una nueva línea aérea para la región de Bahía

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fernando Castro

En los últimos meses el discurso del gobierno en el que mencionó la posible apertura de una nueva línea aérea en México se ha ido convirtiendo en una realidad. Este inicio de agosto nos trajo el anuncio oficial de la liquidación de Mexicana de Aviación para que a finales del año vuelva a volar bajo la administración de la Marina de México. Esta acción no sólo tiene implicaciones económicas a nivel nacional, sino que también puede generar un impacto local significativo en ciudades turísticas como Puerto Vallarta.

Impacto económico de la apertura de una nueva línea aérea

A través de un análisis de datos entre 2010 y 2022, se puede observar cómo la llegada de vuelos y la presencia de líneas aéreas influyen en la economía y el desarrollo de esta ciudad costera. Durante esta década, Puerto Vallarta experimentó una tasa de crecimiento anual promedio del 4.5%, convirtiéndose en un ejemplo destacado de cómo la conectividad aérea puede impulsar el desarrollo.

La transformación de Puerto Vallarta en un destino turístico de renombre ha sido notable en la última década. Entre 2010 y 2020, la ciudad recibió más de 15 millones de visitantes, consolidándose como un punto de referencia en la industria turística. Este aumento en la afluencia de turistas ha ido de la mano con la apertura de nuevos hoteles y resorts en la región, generando no solo una mayor demanda de servicios turísticos, sino también una creación de empleo directo e indirecto.

El crecimiento del turismo en esta zona se ha traducido en una expansión significativa del sector hotelero. Durante el período entre 2010 y 2020, se inauguraron más de 50 nuevos hoteles en la ciudad, lo que representa un incremento de alrededor del 30% en la capacidad de alojamiento. Esta expansión ha sido fundamental para satisfacer la creciente demanda de los visitantes y ha contribuido de manera directa a la economía local. Además, el Aeropuerto Internacional de Puerto Vallarta y las líneas aéreas han sido importantes generadores de empleo en la zona, empleando a miles de personas en diversos roles y servicios.

Durante la década entre 2010 y 2020, Puerto Vallarta y Bahía de Banderas experimentaron un notorio aumento en su capacidad de alojamiento para satisfacer la creciente demanda turística. En 2010, la región contaba con alrededor de 15,000 habitaciones de hotel disponibles, cifra que se incrementó significativamente a aproximadamente 25,000 habitaciones en 2020. Este crecimiento fue en gran parte impulsado por la apertura de nuevos establecimientos y la expansión de los ya existentes. En términos de ocupación hotelera, en 2010 la ocupación promedio anual fue del 65%, mientras que, en 2020, esta cifra se situó en el 55%.

En términos reales, la oferta hotelera aumentó un 40% y el número de habitaciones ocupadas un 30%. Cifras muy relevantes en comparación con la década ya mencionada. Estos datos reflejan variaciones estacionales y anuales en la ocupación, influenciadas por factores económicos, climáticos y eventos turísticos. La fluctuación en la ocupación subraya la dinámica de la industria turística en la región y su adaptación a cambios internos y externos.

Durante este período, varias aerolíneas han desempeñado un papel crucial en la conectividad de Puerto Vallarta. Líneas aéreas como Aeroméxico, VivaAerobus, Volaris y American Airlines han sido líderes en la oferta de vuelos hacia esta ciudad. El aumento en el número de vuelos se refleja directamente en la cantidad de pasajeros que han visitado Puerto Vallarta.

Entre 2010 y 2022, el tráfico de pasajeros en el Aeropuerto Internacional de Puerto Vallarta aumentó de aproximadamente 3 millones a más de 5.5 millones anuales, según datos de la DGAC y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).

Para comprender mejor el impacto de la apertura de nuevas líneas aéreas, es interesante comparar los datos de Puerto Vallarta con otros destinos turísticos prominentes. En 2010, Cancún recibió 11 millones de visitantes por vía aérea, mientras que en 2020 esta cifra aumentó a 16.5 millones. En el caso de Los Cabos, en 2010 llegaron por avión 1.5 millones de personas, y en 2020 se registró un total de 3 millones de llegadas aéreas. Estos incrementos demuestran cómo la conectividad aérea influye en la afluencia de turistas a diferentes destinos. En este caso el crecimiento de Vallarta no ha sido el más relevante por falta de nuevas rutas e infraestructura.

La llegada constante de vuelos y el aumento en el número de turistas han tenido un impacto económico positivo en Puerto Vallarta. Los ingresos generados por el turismo, que incluyen gastos en alojamiento, restaurantes, actividades y compras, han contribuido de manera significativa a la economía local. Según datos del Ayuntamiento de Puerto Vallarta, el sector turismo generó más de 6.5 mil millones de pesos en 2020, destacando la importancia crítica de la conectividad aérea en este sentido.

Si bien la llegada de vuelos ha aportado beneficios considerables a Puerto Vallarta, también ha planteado desafíos relacionados con la sostenibilidad y la gestión del crecimiento. En artículos anteriores he mencionado la escasez del agua y la movilidad adecuada. Un ejemplo de los desafíos que puede enfrentar una ciudad mal planificada es Acapulco, que, a pesar de tener una histórica conectividad aérea, no logró mantener su atractivo turístico debido a la falta de inversión en infraestructura y la seguridad.

El caso de Puerto Vallarta y Bahía de Banderas ilustra cómo la apertura de una nueva línea aérea puede tener un impacto económico profundo y duradero en una ciudad turística. La mejora de la conectividad aérea ha estimulado el turismo, impulsado la economía local y ha contribuido al desarrollo de la infraestructura. Nuestra oportunidad está en brindar mayores y mejores servicios a los visitantes.

 

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