‘El Duende de Playa Grande’ otra leyenda de Puerto Vallarta
En el remoto asentamiento de Playa Grande, a las orillas de Puerto Vallarta, una asombrosa leyenda ha capturado la imaginación de sus habitantes durante generaciones. Se trata de “El Duende de Playa Grande“, una enigmática historia que combina elementos de misticismo, prodigios y tragedia.
La leyenda comienza con un niño llamado Polito, hijo de Don Apolonio e Hilaria, quienes vivían en una sencilla y humilde casa. Una noche de noviembre, mientras el joven Polito dormitaba bajo la cálida luz del quinqué en el patio, algo extraordinario ocurrió. Don Apolonio, mientras quebraba coquitos de aceite, notó que su hijo estaba rodeado de un fulgor misterioso que emitía pequeñas lucecitas azules. Intrigado y sorprendido, se acercó sigilosamente a su esposa para compartir el asombroso descubrimiento.
Los misteriosos orígenes del brillante infante de Playa Grande
La sorpresa de la familia no terminó ahí. Polito, quien había estado perdido en la selva durante tres meses, regresó milagrosamente a casa. Sin embargo, el niño ya no era el mismo. Se había vuelto callado y reservado, y mostraba una sabiduría más allá de su corta edad. Pero lo que más asombraba a todos era que el niño continuaba brillando misteriosamente.
A medida que pasaba el tiempo, el don de Polito se volvía cada vez más evidente. Además poseía la capacidad de predecir eventos futuros. Afirmaba recibir información de un ser diminuto llamado Camarena, quien supuestamente era el líder de un grupo de hombrecitos que vivían en una misteriosa caverna.
La leyenda se intensificó cuando Polito predijo la llegada de visitantes, acertó sobre el nacimiento de una cría de vaca perdida y pronosticó fenómenos naturales, como el inicio y fin del temporal de lluvias o la llegada de cristeros. Estos eventos dejaron a sus padres y a los habitantes del pueblo perplejos, cuestionando la verdadera naturaleza de este misterioso niño.
Sin embargo, la historia tomó un giro oscuro y trágico. La madre de Polito, Hilaria, enfermó gravemente, y aunque el niño intentó ayudarla, su salud también se vio afectada. Una vecina sugirió que el niño estaba “enduendado“, lo que llevó al Padre Rocha a realizar una exorcización de la casa. A pesar de los esfuerzos, Hilaria murió, y Polito quedó devastado.
La situación empeoró cuando el padre del niño, Don Apolonio, se sumió en la bebida tras la muerte de su esposa, dejando la responsabilidad de mantener a la familia en manos de Marcelo, el hermano mayor de Polito. Con el tiempo, las tensiones familiares aumentaron, y Polito decidió marcharse, desapareciendo en la selva sin dejar rastro.
La leyenda del “Duende de Playa Grande” continúa siendo un enigma para los habitantes del pueblo. Algunos creen que Polito era un ser sobrenatural dotado de poderes divinos, mientras que otros consideran que su historia está llena de supersticiones y coincidencias. Sin embargo, independientemente de su origen, la leyenda del “Duende de Playa Grande” sigue cautivando a quienes la escuchan, dejando un legado de misterio y asombro que perdura en el tiempo y nutre las leyendas de Puerto Vallarta.