Peligros reales de usar la ‘app’ que te cambia de género
La popularidad que adquirió Faceapp al incluir un filtro que permite a sus usuarios cambiar de género ha generado diversas dinámicas y retos en redes sociales que la han convertido en tendencia.
FaceApp se lanzó en 2017 y en 2019 alcanzó 80 millones de descargas en los sistemas operativos iOS y Android. Esta aplicación cuenta con filtros gratuitos, optimizados para las redes sociales y fáciles de utilizar.
— Big Bang (@bigbang_ES) June 13, 2020
Sin embargo, los consumidores no suelen ser conscientes de los permisos y riesgos que asumen al aceptar los términos de uso de esta aplicación. Al respecto, José Luis Ponce López, director de Tecnologías de la Información y Comunicación de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), comentó a Sputnik:
“Los términos de uso son el equivalente a las letras chiquitas en cualquier contrato. Con la emoción de entrar a la aplicación, descargarla y el sensacionalismo que genera —generalmente suele ser muy atractiva la aplicación—, muchos usuarios somos todavía muy emotivos. La emoción nos gana y le damos acepto, acepto, acepto e instalamos”.
Esta situación puede ser especialmente peligrosa en aplicaciones como Faceapp, puesto que desde sus primeras versiones recibió críticas por las pocas especificaciones incluidas en sus términos de uso.
Expertos en ciberseguridad de Metabase Q explicaron a Sputnik que la aplicación recopila diversos contenidos de sus usuarios, como fotos y otros materiales privados. Asimismo, realiza monitoreo de sus actividades, lo cual puede incluir las páginas web que visitan, o bien, su ubicación en tiempo real.
Esto, afirman, ayuda a recopilar metadatos para estudiar cómo interactúan los usuarios de Faceapp con este servicio. No obstante, también implica poner a disposición datos personales que pueden utilizarse con fines publicitarios, aunque también pueden facilitar el robo de identidad.
“Datos personales como el rostro de una persona, correos electrónicos, nombres o edades no se puede estar dando así nada más. Pero los chicos quieren ver cómo envejecen o cambian de género y se la juegan. Incluso si no te registras, pero usas el celular de tu novia para tomarte la foto, aun así, estás dándoles tu información y en ese momento pasa a ser propiedad de los dueños de la aplicación”, advirtió José Luis Ponce.
Todos los usuarios de Faceapp acceden a compartir estos datos, los cuales pueden servir para afectar diversos sistemas de seguridad. Los expertos de Metabase Q apuntaron que, en particular, los datos biométricos del rostro, facilitados por medio de las fotografías subidas a esta aplicación, pueden servir para brindar acceso a celulares, puertas e incluso bóvedas.
“Nuestra información podría servir para que plataformas como las de esa red social entrenen a sus herramientas de reconocimiento facial, que puede ser usado tanto con fines comerciales —vender publicidad— como de vigilancia —privada o gubernamental—”, alertaron.
Por ello, José Luis Ponce aseveró que los usuarios deben entender la importancia de cuidar sus datos personales. En ese sentido, invitó a valorar si vale la pena correr el riesgo de entregar esa información antes de utilizar aplicaciones como Faceapp.
“Es un tema de cultura, de concientización en cuanto a entender qué amenazas pueden existir en caso de que yo entregue mi información, aun leyendo los términos y condiciones. Se trata de valorar la decisión y concientizar a los usuarios de estas plataformas y aplicaciones de que la información personal, en primera instancia, debe ser protegida porque es personal y no debe ser entregada así nada más. En México hay poca cultura en ese sentido”, explicó.