¡Talamontes claman porque se les aplique la pena capital!
Incendiarios y talamontes, criminales que solo pararán, como pasaba con la rabia en los pobres perros: “Que muerto el perro…se acabó la rabia”.
Más, ni siquiera esa esperanza, porque muere con Obrador, el cual, flaquea en aplicar la pena de muerte en los grandes delincuentes seriales, como los feminicidas, los talamontes, los narcos, huachicoleros, incendiarios de bosques; y la lista crece, abonada por la cobardía en aplicar la pena capital. Única medida efectiva a muy corto plazo. Y, más todavía a largo plazo.
Y, tan precaria pose presidencial, es porque su prestigio en la historia, marcaría que él restableció una medida radical. Y si hace unos minutos de este sábado primero de julio, del 2023, termina de reseñar los grandes logros sociales, culturales, económicos y estructurales para la recuperación de un desarrollo real, en nuestro querido México, que ha logrado apuntalar en sus cinco años de gestión. Pues, teme quitarles brillo. Aunque talamontes y multiasesinos sigan haciendo un paraíso de impunidad, para los peores actos de sabotaje a la nación. ¡Primero la vanidad y luego México! Ese es el páramo moral de Obrador.
Y, el humanismo, del que se hace alarde, se desmantela con la protección que hace hacia los genocidas tabacaleros. 10 ejecutados a tabacazos por hora, dan al día 240 víctimas, evitables. Hace décadas, el Canal 11, del IPN: Instituto Politécnico Nacional, repetía diariamente el mensaje de que seis fumadores eran eliminados cada hora. Actualmente, con la venta de cigarros sueltos, la cifra crece y también la indiferencia oficial, incluyendo al “humanista”: AMLO. ¡Cinco años desperdiciados!, en este flanco de la salud pública, con la matanza masiva y creciente de paisanos, a través de las adicciones inducidas.
Apreciables lectores, consulten: “Talamontes, YouTube”, y promuevan que tengamos un mandatario con las hormonas, como las que tiene la presidenta de Singapur, que aplicando la pena capital, SANEÓ a su nación, sumida en una historia de contrabando, feminicidios, tráfico sexual, y llegando así, hasta el tabaquismo oficializado.
Esta columna periodística es dedicada a la memoria de Hipólito Mora Chávez, quien no hubiera sido asesinado, sin duda, si antes los retadores homicidas supieran que la pena capital los alcanzará, tarde o temprano.
Nada más y nada menos, ciudadanos conscientes.