La mochila del senderista

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Cuando elegimos un sendero, también elegimos un reto, un esfuerzo y un riesgo. Todos los senderos tienen riesgos y peligros, sobre todo si se tiene un padecimiento médico o una lesión. Por lo tanto, también debemos elegir con la mayor precisión qué llevar en nuestra mochila porque de este contenido podría depender nuestra vida.

No. No estoy exagerando. Si le puedes llamar sendero, significa que se aleja de las poblaciones y que la señal de nuestro teléfono podría ser nula, que los servicios de emergencia podrían tener dificultades en llegar o que te puedes perder. Y se les llama accidentes precisamente porque son imprevistos. Así que, veamos que nos puede ser útil en caso de emergencia.

Agua y comida

Pareja de senderistas con su perro comiendo sándwiches.

Siempre, lo más importante es la cantidad de agua. Hay que considerar tomar agua cada treinta minutos por lo menos. Así que, si tu caminata es de 3 horas de ida y vuelta, deberás tomar por lo menos 250 mililitros cada media hora. Esto es, en este caso, un litro y medio de agua.

Lo segundo, es la reposición de energía. Los alimentos. Deberás comer un pequeño snack junto con tu agua cada hora, de tal manera que, permitas una mejor digestión e hidrates tu garganta. La cantidad puede ser el equivalente a una barrita de cereal con chocolate, una manzana, o un plátano.

En el sendero puede haber caídas, raspones, cortadas o piquetes de insectos. Así que no puede faltar un pequeño botiquín. Para armar tu botiquín debes considerar tu historial médico, por lo tanto, deberías consultar con tu médico el contenido del mismo. Si no tienes problemas de salud, puedes consultar en línea cómo armarlo o puedes comprarlo en una farmacia.

¿Qué más podríamos llevar?

En esta lista podemos agregar: un silbato, un impermeable, papel higiénico, soga “paracord”, una navaja, una linterna, un encendedor, repelente de insectos, una manta térmica, monocular y una brújula por lo menos. No olvides llevar tu celular con carga completa, bajar mapas y/o aplicaciones de rutas y si es posible, una recarga portátil de energía.

Si siempre estamos preparados para resistir a la intemperie más de una noche, entonces podemos caminar tranquilos y disfrutar de nuestro sendero.

Senderista con una mochila, botas y botella de agua.

En la medida de lo posible, no camines solo en los senderos. Es mejor si se camina con por lo menos dos personas más. Llamémosle la Regla de Tres. Si uno sufre un percance, uno más se queda con él y el otro va por ayuda. Esto puede resultar en beneficios de tiempo y compañía para el afectado.

Estas recomendaciones no son más que una guía para que tú mismo puedas investigar a fondo sobre la seguridad del senderista. No olvides siempre consultar con tu médico, platicar con tus compañeros de caminata, y dejar detalles de tu plan de viaje (sendero, tiempo de ruta, y hora de regreso) en casa. La seguridad primero. ¡Que disfrutes el sendero!

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