Recuerdan a Rebecca Jones, entre aplausos

0
336

Han pasado dos meses y medio de la partida de Rebecca Jones, pero aún había una última función que dar y una última fiesta que disfrutar al lado de sus amigos, y así sucedió la tarde de ayer sábado en el escenario de El Telón de Asfalto, donde se le rindió un último homenaje tal y como ella quería, con la alegría, el glamour y la elegancia que la caracterizaba.

La invitación indicaba como código de vestimenta negro formal, la cita era a las siete de la noche y una hora antes poco a poco las personas más allegadas a Rebecca Jones comenzaron a llegar, el lugar estaba adornado con crisantemos blancos y en el ambiente sonaba música suave para amenizar la espera, entonces invitaron a los asistentes a pasar a la sala del teatro, cuyo escenario estaba oculto por un telón negro.

Sus amigos el productor Rubén Lara, los directores de escena Francisco Franco y Antonio Serrano dieron la primera, segunda y tercera llamada, entonces ese telón negro se levantó y en medio de cientos de flores blancas y sobre un columpio estaba la urna color naranja que contenían las cenizas de la actriz, a quien los invitados podían ver gracias a una fotografía de ella colgada al fondo, entonces Majo Pérez, que es una figura destacada de los musicales, interpretó un tema de Elvis Costello, “She”.

Nada de esto fue casualidad, todo fue planeado por la misma Rebecca Jones, quien a través de un correo electrónico que mandó a su gran amiga la productora Ana Celia Urquidi, dejó indicaciones precisas de cómo quería que fuera lo que denominó “Mi última función”, carta que fue compartida con el público presente.

Antes de leer la misiva Urquidi quiso compartir dos cosas, que estas indicaciones las recibió tan sólo un día después de que a Rebecca le fuera anunciado el regreso del cáncer, el 22 de noviembre de 2022; y que a pesar de su voluntad y de todos sus amigos de cumplir paso a paso lo que les pedía, no pudieron llevarla al Teatro El Galeón, del Centro Cultural del Bosque, como era su deseo, debido al poco interés que mostró Daniel Miranda, coordinador nacional de teatro del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), quien después de darles largas a su petición dejó de contestar las llamadas de Ana Celia.

“No querías un funeral en la típica y común capilla de un velatorio, a la que tus conocidos asistiéramos a velar tu cuerpo, no, tú querías una celebración, desde el día 22 de marzo que soltaste esta vida, tu hijo Max, que hoy se encuentra fuera del país en una gira de trabajo; tus amigos más cercanos Antonio Serrano, Susana Cann, María Safont, Francisco Franco, Danna Vázquez y yo, hemos trabajado para cumplir lo que pediste que fuera tu despedida. Al no ser velada en una funeraria tú lo que querías era esta fiesta, porque para ti la vida fue eso, una constante fiesta a la que había que acudir, eso sí bien vestidos”, dijo la productora.

Entonces comenzó a leer las indicaciones que Rebecca Jones dejó, como que esta función debía tener el debido retrasos de un estreno, por eso comenzó a las 19:15 horas; sólo deberían estar sus allegados más íntimos por lo que no eran más de una docena los famosos presentes, entre ellos Ana Serradilla, Luis Roberto Guzmán, Sophie Alexander-Katz, Ximena Ayala, Ariane Pellicer, por mencionar algunos, el gran ausente fue su exesposo Alejandro Camacho; incluso planeó cómo debía lucir el escenario, su foto realizada por Uriel Santana, debía colgar con dos cables negros, sus cenizas debían ir en una caja naranja laqueada de Hermés, con todo y su característica cinta y una enorme R en su tapa.

“Después de la fiesta, si María me lo permite, deseo que Max las deposite en su hermoso jardín de Cuernavaca, bajo el más majestuoso de sus árboles, sino entre tú, María y Max decidan dónde descansará mi cascarón en esta vida”, leyó Ana Celia la petición de Jones.

Después de compartir algunas anécdotas de sus aventuras con ella, desde lo bien que cocinaba para sus amigos, hasta cómo le gustaba ser una diva en toda la extensión de la palabra, por lo que ella misma tenía detalles para sí, como el llenar su casa de flores blancas que se autorregalaba. Al final, de acuerdo con su deseo, se destaparon botellas de champagne y se invitó a la gente a pasar al lobby para seguir la fiesta en el lobby, donde se llevaron sus cenizas y se colocó en un pequeño altar, donde todos la vieran.

Sus amigos la recuerdan

Entre copas de vino y champagne, bocadillos y deliciosos postres, sus amigos celebraban la vida de Rebecca Jones, sonriendo y recordando sus aventuras con ella, incluso algunas de las invitadas se sacaban fotos donde se encontraba su urna, no hubo lágrimas ni tristeza.

“Era la mujer más divertida de este planeta. La verdad es un poco difícil porque ella pide una fiesta, pero es imposible no extrañarla, sí hay sentimientos encontrados, vamos a celebrarla, pero muy en el fondo sí duele. Se fue como una grande, la diva que es, la diosa que era… pero nos dejó un gran legado, cuando queramos recordarla podemos echar mano de todo lo que hizo”, expresó Ana Serradilla.

El productor de teatro Rubén Lara comentó que se sentía muy honrado de contarse entre los amigos de Rebecca, también lamentó que su muerte haya truncado proyectos que ellos ya tenían listos para arrancar, como el regreso de la obra ´Una mujer extraordinaria atrapada en una vida ordinaria’ y el estreno de ‘Rosas de dos aromas’, un proyecto que no sabe si retomará con alguien más.

Ana Celia Urquidi señaló que el destino final de las cenizas de Rebecca Jones, sí será el jardín de su hijo Maximiliano en su casa de Cuernavaca.

Autor