La especialización y la nueva economía mexicana

0
453
Fernando Castro

Nuestra oportunidad es potencializar nuestras capacidades para aprovechar las bondades de la bahía y ofrecer un servicio de mayor precio a los turistas.

La especialización es un concepto que desde hace más de un siglo fue propuesto por Adam Smith en el tratado “La Riqueza de las Naciones”. En este texto nos explicaba el economista cómo el dejar de hacer muchas tareas como parte de un proceso y mejor dedicarnos a una sola tarea nos haría más eficientes y así la sociedad en su conjunto sería más próspera y más competitiva. Es decir, podemos hacer más con menos.

Al pasar los años este concepto se llevó a distintas industrias y en cierta forma dio pie a la idea de la segmentación, grandes industrias como la hotelería han logrado desarrollar grandes marcas a nivel mundial gracias a que su nicho de mercado es claro. Hoy en día es fácil reconocer un hotel para la familia, para viajes de negocios o de altos ingresos. ¿Qué pasa cuando el gobierno que no está forzado por la ley de mercado ingresa a distintos sectores bajo la excusa de la seguridad nacional y distorsiona el mercado?

En los últimos años se ha visto cómo el gobierno a través de instituciones de seguridad ha intervenido en muchos sectores como las aduanas, la construcción de obra pública, la repartición de medicamentos, la administración de puertos marítimos, aeropuertos y próximamente el Tren Maya. Lo único que pasa es que no se alcanzan los niveles de eficiencia y otros sectores sufren las consecuencias.

Por ejemplo, si las aduanas de un país como México con muchos tratados libres y muchas cadenas productivas integradas son transferidas a elementos del gobierno sin experiencia. El tiempo de aprendizaje significará un retraso en las entregas, aumentos en los costos y al final un aumento en el precio de productos terminados para el consumidor.

Es más, si se considera que ese personal está alejado de sus funciones primarias como la seguridad, podemos ver porqué los índices de criminalidad en algunas zonas han aumentado y varios productos agropecuarios también han sufrido aumentos significativos de precio. Un ejemplo de la falta de debida atención, es el caso de las aduanas en los aeropuertos donde el personal de la Guardia Nacional no habla inglés y el turista extranjero se ve frustrado ante la revisión del equipaje.

Esta situación se puede trasladar a las empresas, que en la actualidad están alejándose de la especialización y están enfocadas en la diversificación. Por ejemplo, Uber, una de las empresas más exitosas de la burbuja tecnológica se ha alejado de su negocio primario, el transporte de personas para ingresar en el negocio del reparto de alimentos y ahora hasta en el negocio financiero a través de su tarjeta de crédito. Esto obedece al enfoque primario en el traslado de personas, cuya contribución marginal llega a cero y entonces viene la diversificación a partir de economías de escala, es decir, si Uber ya transportaba personas, luego lo hizo con paquetes y comida, ya conocía las rutas.

En México se pueden observar cambios similares como el llevado por el corporativo de TV Azteca que incluye las tiendas departamentales Elecktra y la firma de banca Banco Azteca. Tres sectores poco relacionados que sin embargo han permitido que la empresa se expanda por toda la república. El común denominador es el consumo del cliente y ofrecerle crédito para aumentar el consumo, con tasas de interés altas con relación al mercado.

Si se observa en las personas, hoy en día como nunca es más común que una persona no tenga un solo trabajo. Diversas plataformas permiten que una persona pueda ser maestra, abogada u oficinista en la mañana y pueda trabajar dando clases, repartiendo comida o llevando personas durante la tarde sin ninguna dificultad. Esta combinación es para más de la mitad de las familias de México, lo que permite que tengan un ingreso superior al costo de la canasta básica.

En la propia economía mexicana encontramos evidencia de cómo la especialización a nivel macro si funciona. En el caso de las exportaciones el 76.2% van rumbo a los Estados Unidos, 3.68% a Canadá y 2.07% a China. En cuanto a su origen el 8.76% son carros, el 6.49% refacciones y 6.39% en computadoras. Luego hay quince productos que representan al menos 1% de las exportaciones.

En cuanto a las importaciones Estados Unidos nos vende el 70.4%, China el 9.91% y Corea del Sur el 4.38%. En cuanto a los productos electrónicos 19.6%, equipo y partes mecánicas 16.3% y petróleo y minerales 9.5%. Otros catorce productos representan al menos el 1%.

De nueva cuenta estas estadísticas nos muestran la contradicción de la economía mexicana. Por un lado, con sólo 2 tratados de libre comercio se regularía casi el 80% de los intercambios comerciales, pero al momento de escoger industrias para apoyar o para un plan estratégico tenemos que considerar al menos 25 productos distintos. Al comparar la economía mexicana con la de Estados Unidos, observamos que el vecino requiere de al menos 15 países para acumular el 70% de su comercio y que sólo un producto representa más del 5% de sus intercambios (el petróleo). En el caso de China se requiere unir a 25 países para representar el 75% de sus intercambios, y sólo 12 productos tienen más del 1% de su mercado.

La conclusión es que la especialización parece haber perdido la batalla ante la globalización, hoy en día los altos niveles de vida se alcanzan cuando somos capaces de adquirir lo mejor al mejor precio. Los países con mejor calidad de vida tienen acceso a productos de todo el mundo y pueden colocar sus productos en todo el mundo. Esta tendencia puede permear a las empresas en todos los sectores.

Es el reto para un hotel moderno en las costas mexicanas poder recibir a un turista de mayor edad que viene por períodos prolongados durante el invierno, luego reinventarse para recibir a los jóvenes universitarios en la primavera durante sus “Spring Break”, y de nueva cuenta volverse a reinventar para participar en el mercado local que llega de vacaciones durante el verano.

Estamos entrando en una era que requiere de una flexibilidad comercial nunca antes vista, que promete llevar a las empresas a su límite para enfocarse en productos y servicios nuevos. Es una época en que no basta ser el mejor en algo, se tiene que diversificar y competir en muchos escenarios distintos, sólo así las empresas del sector serán parte de la nueva economía.

Aprovecho para sugerir la lectura del libro The One Thing escrito por Gary Keller, de donde se concluye que el enfoque es la base del éxito. Nuestra oportunidad es potencializar nuestras capacidades para aprovechar las bondades de la bahía y ofrecer un servicio de mayor precio a los turistas.

Autor