La ciudad imaginada: “Consulta Pública para el PMDU”

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El pasado 31 de enero comenzó el proceso formal de consulta pública para la aprobación del Programa Municipal de Desarrollo Urbano de Puerto Vallarta (PMDU).

          Vale señalar que en la actualidad no se dispone de este instrumento de ordenamiento territorial que tiene la misión de dictar las políticas y estrategias a escala municipal en el organigrama de la planeación.

La formulación del PMDU es una buena noticia y una necesidad para la comunidad configurada tras el camino recorrido en la materia (comenzando en 1975 con el Plan General Urbano). Sin embargo, en la práctica el territorio no ha escapado a los intereses particulares de los grupos de poder quienes han dificultado una gestión eficaz en la esfera urbana.

La metodología para planear el territorio tiene que considerar la escala de actuación del instrumento. En este caso, y para alinearse a las facultades otorgadas por la Constitución a los municipios, debe disponerse de un programa urbano que tenga como área de aplicación el ámbito municipal, como el que está en revisión actualmente.

Posteriormente, deben formularse planes de desarrollo urbano (PDU) a escala de centro de población, donde las estrategias deben aplicar en la “zonificación primaria”, definiéndose las reglas y criterios para la expansión de la ciudad. El mecanismo más utilizado es el “uso del suelo”, donde se asignan las potencialidades de crecimiento de cada zona.

En la experiencia local, el PDU más legendario fue aprobado en 1997, prevaleciendo por más de quince años. Su existencia contribuyó en el ordenamiento del territorio vallartense; no obstante, sus metas fueron rebasadas por la fuerte expansión alentada por la especulación inmobiliaria, corrupción gubernamental y escasa participación ciudadana.

También se recuerdan las 3 experiencias fallidas de actualización del PDU (en 2003, 2006 y 2009) donde se impusieron los desacuerdos entre los actores sociales en relación con el método para planear el crecimiento de la mancha urbana.

Para atender esta problemática, en 2011 se logró una división en 10 distritos urbanos en Puerto Vallarta, los cuales deberían de contar con Planes Parciales de Desarrollo Urbano (PPDU), correspondiente a la escala más detallada para la gestión territorial y que recurre a la “zonificación secundaria” para hacerla más efectiva.

En el curso de 8 años, los distritos urbanos lograron disponer de su PPDU, a excepción del distrito 8, que corresponde al Centro y las colonias 5 de diciembre, Emiliano Zapata, Remanse entre otras.

Llama la atención que en este distrito haya acontecido una de las mayores transformaciones urbanas en la historia de Puerto Vallarta, en torno a la Zona Romántica, donde se modificaron discrecionalmente las normas de control urbanística para facilitar la construcción de torres departamentales que son rentadas en aplicaciones de hospedaje de corta duración.

Aquí es donde radica la principal debilidad del proyecto de Programa Municipal de Desarrollo Urbano de Puerto Vallarta (PMDU) presentado. ¿Quién garantiza que se respetarán los postulados contenidos en el documento en caso de ser aprobado…?  es decir, para qué nos ha servido disponer de instrumentos de planeación urbana si son cambiados a gusto e interés de los dueños del capital económico…?

En la historia reciente de nuestro puerto vemos como se dejó pasar la oportunidad para que la generación de valor impulsada por la urbanización fuera capturada por la comunidad para financiar un desarrollo compartido. Y en vez de formular los mecanismos de gestión necesarios para que la plusvalía fuera pública, se tejió una red de intereses para que permaneciera en manos privadas.

Y un actor significativo en este despelote fue el gobierno municipal, figura que ahora parece muy interesada en el ordenamiento del territorio local. Por ello es poco creíble la buena voluntad de esta propuesta. Pero si concedemos el beneficio de la duda, es factible que el PMDU pueda contribuir con un desarrollo sustentable del municipio.

Vale subrayar que la propuesta hace eco de dos iniciativas globales para los territorios sostenibles como lo son los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) o la Nueva Agenda Urbana (NAU).

Un aspecto positivo del PMDU es la determinación de tres zonas para el aprovechamiento urbano, determinadas como urbanizadas, urbanizables y no urbanizable. A partir de estos criterios, deberán alinearse el PDU y los PPDU para que guarden congruencia entre sí.

Otro aspecto que se extraña es la carencia de políticas para ocupar los predios baldíos o vacantes equivalentes al 30% de la zona urbanizada. Pero si hay una clara intención de densificar el territorio, acción que acontece en los diez distritos urbanos.

Durante las próximas semanas estaremos revisando el proyecto de PMDU sobre todo las “letras chiquitas”, movidos por el deseo de contribuir en la dotación de instrumentos de planeación urbana que mejoren las condiciones de vida de los vallartenses. El cierre de la consulta pública será el próximo 2 de marzo.

La ciudad imaginada.

José Alfonso Baños Francia.

ciudad.imaginada.pv@gmail.com

 

 

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