Nadal se puso su undécima corona de Roland Garros
Paris, Francia.- Es el dueño de lo imposible. Su cuerpo ha sufrido varias lesiones y, si le preguntan, hoy en día le debe doler. El corazón, por algunas derrotas y dos años sin poder brillar, se le arrugó de decepción, se le arrugó por impotencia. Sin embargo, su mentalidad siempre ha sido avasalladora; nunca se dio por vencido.
Este domingo, el tenista español Rafael Nadal, luego de una lucha fuego contra fuego con el austriaco Dominic Thiem (6-4, 6-3, 6-2), ganó su undécimo Roland Garros, inmortalizando su nombre en el polvo de ladrillo parisino y agrandando una leyenda casi imposible de igualar.
Las lesiones, en la muñeca y en la rodilla especialmente, han sido su principal caballo de batalla a lo largo de su carrera, pero después de que limitaran con su cuerpo los últimos años, parecen estar dando tregua al jugador español, que ha aprendido a dosificarse en el calendario de torneos, y en la pista.