Un nuevo estudio de Allianz Travel, líder mundial en asistencias de viajes y parte del grupo Allianz Partners, Puerto Vallarta, Los Cabos y Cancún siguen encabezando la lista de los destinos turísticos más populares de México para los visitantes provenientes de Estados Unidos, para este verano 2023.

Tras analizar más de 1.6 millones de itinerarios de vuelo de viajeros del país del norte, Allianz Travel estima que el periodo con el mayor número de turistas estadounidenses que arrancarán sus viajes internacionales, serán el 27 de mayo, el 10 de junio y el 17 de junio. En todos los casos será sábado.

Un punto interesante para la comunidad turística mexicana es que, el reporte reveló que el 27% de los ciudadanos de Estados Unidos que viajarán en esta temporada de verano a otros países, México es la única nación con más de un destino dentro de los favoritos.

Cancún se sitúa en el primer lugar como el preferido, seguido de Los Cabos en segundo lugar y Puerto Vallarta en el séptimo lugar. 

Los otros que completan el Top 10 son Punta Cana, Oranjestad, Bahía Montego, Nassau, Londres, Providenciales y Carlota de Amalia.

Siete días en el extranjero, el ideal 

En otro rubro analizado, Allianz Travel informó que la mayoría de los estadounidenses prefieren quedarse siete días en el extranjero para descansar, ya que el 59% del total dijo durar ese lapso en sus vacaciones, y se espera que el mayor volumen de turistas vuele los sábados 27 de mayo, 10 de junio y 17 de junio. 

La planificación de los viajes de una forma proactiva continúa tomando fuerza entre ellos, no obstante, también tienen preocupaciones como la inflación, las finanzas personales y la volatilidad geopolítica.

Los visitantes solicitan una mayor calidad en los servicios, según la asistente de viajes, y buscan tener más control sobre los costos y tienen una mayor conciencia sobre la seguridad durante sus viajes, incluyendo esquemas de protección ante imprevistos que les eviten gastos adicionales. 

Las tendencias que definirán esta temporada alta de viajes incluyen la volatilidad económica y geopolítica, una mayor demanda de asistencias y seguros de viaje, así como un perfil de viajero más exigente en cuanto a la calidad de los servicios.