¿Qué es y por qué se produce la inflación?

De manera continua escuchas la palabra inflación, pero a veces es complicado saber de qué trata o por qué se produce, bueno, este fenómeno está ligado con la economía de un país, y tiene todo que ver con el aumento desordenado de los precios tanto de los bienes, servicios y productos. 

Cuando la inflación es alta, se genera un desbalance en la economía, ya que los ingresos percibidos son menores a los gastos ya que todo es mucho más caro.

¿Por qué se produce la inflación?

Las causas son varias, pero la principal es por la generación excesiva de dinero circulando entre la población, al sentir que tiene más recursos incrementa sus gastos, lo que se incrementa la demanda de productos cuando la capacidad de producción es poca en el país, esto crea escasez y por ende, aumentan los precios.

Para evitarlo, es indispensable conocer el ritmo en que aumentan los precios, está labor la realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) a través del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), la cual se encarga de reflejar la variación de precios de bienes y servicios que consume la población mexicana. 

Para ello, el INEGI realiza una encuesta de ingresos y gastos de las familias a nivel nacional para conocer lo que se consume y recopilar sus costos en todas las tiendas del país. 

Es así como cada mes, da un seguimiento puntual de 235 mil precios en 46 ciudades para saber cuánto se gasta en cada uno de ellos.

En base a dicha información el Banco de México determina cuánto dinero circulará en el país, y con ello controlar la inflación.

¿Qué es la inflación subyacente?

Y así como hay diversas razones para que se dé la inflación también hay tipos, una de ellas es la inflación subyacente.

Esta sirve para entender de forma más clara y precisa la evolución de los precios ya analiza en concreto servicios y productos como alimentos procesados, ropa, restauración, comunicaciones, dejando de lado los relacionado con energía, es decir, electricidad, gasolina, gas así como alimentos no elaborados, frutas y verduras.

El tiempo de medición es otra de sus características, y probablemente la más importante, pues esta se realiza a corto y mediano plazo, y no de forma anual como la inflación convencional. 

Esto permite que se pueda conocer la evolución de los precios de productos que no estén ligados a factores bélicos como puede ser el transporte y el petróleo o los desastres naturales que ocasionan escasez de producto. En resumen es un indicador mucho más estable.