Son los cocodrilos muy importantes para Vallarta y Bahía
La temporada de lluvias está por llegar a la Bahía de Banderas y Puerto Vallarta, y con ello, muchos cuerpos de agua y espacios naturales vuelven a cobrar vida, pero hay una especie en específico que comienza a moverse y que no goza de la simpatía de las mayorías: el cocodrilo.
Estos reptiles llegaron a la región mucho antes de que comenzaran a instalarse los primeros habitantes. Hay registros de avistamiento de cocodrilos desde antes del siglo XIX y se han mantenido con el paso del tiempo, a pesar de que su territorio ha disminuido a menos del 20% del que se tenía a principios del siglo pasado.
Esta especie, aunque poco carismática, es esencial para los ecosistemas de manglares que, a su vez, son muy importantes en las costas, debido a que controlan el impacto de las mareas, ayudan en el procesamiento de basura inorgánica, proveen de alimento a especies marinas de consumo humano, regulan la temperatura y mucho más.
CPS Noticias y Tribuna de la Bahía buscaron a expertos en la conservación y cuidado de los cocodrilos, para conocer más sobre ellos, su relación directa con el ecosistema y la importancia de cuidarlos, además de las consecuencias de no hacerlo.
Uno de los sitios más importantes para el sistema de manglares de la bahía es el Estero El Salado.
Jaime Torres, biólogo y director de esta Área Natural Protegida, pidió a la gente precaución y respeto para esta especie, ahora que los avistamientos podrían ser más frecuentes.
“Los cocodrilos son reptiles que 95% de su tiempo se la pasan en agua, los cocodrilos necesitan ciertas condiciones de humedad, de temperatura y requieren estar cerca a los cuerpos de agua. Sabemos que durante esta temporada de estiaje muchos cuerpos de agua se secan, algunas lagunas que se encuentran en las colonias se secan completamente y los cocodrilos, durante las noches, emigran hacia otros lugares en donde existe presencia de cuerpos de agua”, dijo el biólogo.
Por ello, con la llegada de las precipitaciones, los ríos, arroyos y canales vuelven a tener agua y los cocodrilos, sobre todo los juveniles, comienzan a moverse hacia ellos, buscando un espacio seguro, aunque eso represente que sean vistos.
“No hay que asustarnos, solo hay que conocer el comportamiento de los cocodrilos y no meternos en esos lugares (…) Hay que tener cuidado, debe de haber señalamientos por parte de la autoridad para que las personas no ingresemos pero sí, cuando llegue la temporada de lluvias los cocodrilos se dispersan, no es que haya más cocodrilos, no es que tengamos mayor población de cocodrilos”, dijo.
Finalmente, pidió a todas las personas que tomemos responsabilidad sobre esta especie, que está protegida por normas federales, y exhortó a llamar al 911 en caso de ver un ejemplar en una zona en la que ponga en riesgo a las personas o al mismo animal.
En Bahía de Banderas también promueven la educación ambiental
Otro de los lugares icónicos de la región donde se protege a los cocodrilos y en el que también pretenden generar la cultura de la educación ambiental, es el Santuario de Cocodrilos El Cora, ubicado en medio de la Laguna del Quelele.
Este lugar es operado por más de una docena de personas, que lo mantienen en buenas condiciones y que llevan el mensaje ecológico a quienes los visitan.
César Lucano, responsable del santuario, consideró al cocodrilo como ‘una especie muy característica de la bahía’ y dijo que es una fortuna tenerlos, a pesar de que su aspecto no sea el más amigable.
Detalló que el cocodrilo ayuda en el control de especies que pudieran representar un riesgo para las personas, además de que contribuye a la salud de los manglares, por ello dio una serie de recomendaciones en caso de un encuentro humano-cocodrilo.
“Son dos aspectos básicos: no molestarlos y hacer el reporte al 911. No molestarlos requiere no aventarles piedras, no estresarse, porque si los estresas cualquier ejemplar, cualquier animal va a reaccionar y no alimentarlos también, porque esos animales son muy inteligentes y pueden asociar estos cuerpos de agua con alimento y pueden regresar a que les den de comer”, dijo.
Detalló que en toda la bahía se pueden ver cocodrilos, desde el Estero El Salado, el estero de Boca Negra, el Río Ameca, la Laguna del Quelele y en Punta de Mita y todos estos espacios forman parte de su hábitat natural.
“Aquí en el Santuario de Cocodrilos el Cora lo que hacemos es fomentar la educación ambiental debido a que gracias a la desinformación, muchas personas piensan que los cocodrilos son plaga aquí en la bahía (…) Es lo que hacemos, básicamente que la gente conozca esta fauna, que pierda el miedo y cambiar totalmente la perspectiva del cocodrilo”, finalizó.
Tanto el Estero El Salado como el Santuario de Cocodrilos El Cora cumplen con una función indispensable en el reconocimiento de las especies y la concientización sobre su papel en el ecosistema.
En ambos espacios se realizan recorridos interactivos. El Estero El Salado agenda citas al número 322 201 7361, mientras que el Santuario El Cora tiene el siguiente número 33 2109 1125. También se pueden contactar vía redes sociales.